
El pesto
Cuando hablamos de Pesto enseguida nos viene en mente la ciudad de Génova y la Liguria, región al norte de Italia donde nació esta popular salsa alrededor del XIX.
En el pesto alla genovese, como se denomina, el principal ingrediente es la albahaca, y se dice que su elaboración surgió por la gran abundancia de esta planta que había en la región, y es que la Liguria tiene tradición antiquísima en el uso de hierbas medicinales desde época medieval.
En Italia incluso se creó el Consorzio del Pesto para así proteger y velar por la autenticidad de su receta.
Esta sabrosa salsa está elaborada con ingredientes sencillos y fáciles de obtener, y que llenarán siempre tus platos de color y sabor. Si quieres saber cómo prepararla en casa a continuación te explicamos cómo.
Receta de salsa pesto casero
Primeramente debemos saber que la tradición manda prepararla con mortero, pero también se puede usar un batidor de brazo o procesador de alimentos.
Para la preparación del pesto casero necesitarás:
- Albahaca (las hojas): 25 g
- ½ diente de ajo.
- Piñones: 8 g
- Aceite de oliva virgen extra: 50 ml
- Queso parmesano rallado: 35 g
- Queso pecorino u otro de oveja: 15 g
- Una pizca de sal gruesa.
Procedimiento:
- Para empezar, en el mortero pon el ajo pelado con una pizca de sal gruesa y muele hasta obtener una pasta.
- Después añade las hojas de albahaca con otra pizca de sal y con paciencia ves moliéndolas hasta que empiecen a soltar un líquido verde brillante.
- En este punto añade los piñones, y verás que se irá formando una pasta.
- Después añade el queso parmesano y el queso de oveja que acabaran de darle la cremosidad a la salsa.
- Por último, el aceite poco a poco y sin parar de remover. Cuando esté todo integrado ya estará listo el pesto alla genovese
Puedes conservar el pesto casero cubierto con un poco de aceite en un tarro hermético en la nevera durante unos 3 días, pero está dan delicioso que seguro lo consumes mucho antes.
Algunos consejos
Las hojas de albahaca deben estar completamente secas antes de utilizarlas, por lo que si las has lavado antes deberás secarlas muy bien con papel absorbente. Esto evitará su oxidación y preservará el color.
Si utilizas batidor en vez del mortero, aconsejamos utilizar la mínima potencia e ir parando a menudo para evitar que la albahaca se caliente demasiado y se oxide, ya que entonces la salsa será más bien de un color verde oscuro y apagado, y no verde brillante.