
Diferencia entre intoxicación y alergia a metales
En la intoxicación a un metal ha habido una exposición alta o medio-alta a ese metal. Eso será fácilmente visible en una analítica.
La persona puede sentirse mal inmediatamente y que esos síntomas los relacionemos fácilmente con la intoxicación.
El problema viene cuando la exposición es media baja… pero continua. La analítica dará un valor moderado de ese metal pero, en determinadas personas, se produce una sensibilidad o alergia que puede agravar o desencadenar muchos síntomas o, incluso, enfermedades graves.
A veces, esta reacción de alergia a metales también puede venir por un nivel alto de toxicidad (por ejemplo, tras ponernos varias vacunas en poco tiempo). Existen pruebas, como el Test Melisa, que nos pueden ayudar a ver si estamos afectados por este tipo de alergia a metales. Esto es muy importante cuando tenemos enfermedades o síntomas sin explicación aparente.
¿Cómo se produce la alergia a metales?
El modo más habitual es cuando el metal está en contacto con fluidos corporales: la piel, saliva, mucosa digestiva, mucosa genital, bucal, etc. Nuestros glóbulos blancos se ponen en alerta ante lo que consideran una agresión. Si esta es continua en el tiempo se produce una hipersensibilización que puede facilitar los procesos autoinmunes donde el cuerpo se agrede a sí mismo. Es el principio de muchas enfermedades graves.
Síntomas de alergia a metales
La alergia a metales puede darnos síntomas como la dermatitis pero también provocar o agravar problemas muy serios: cefaleas o todo tipo de dolores de cabeza.
- Insomnio y distintos problemas del sistema nervioso.
- Picores, eccemas, urticaria, etc.
- Desajustes del sistema inmunológico (Crohn, Lupus, Esclerosis, etc.).
- Dolores inespecíficos o que tienen a cronificarse.
¿Cómo nos exponemos a este contacto continuo con metales?
Para desarrollar alergia a metales no es necesario que entremos en contacto con altísimas cantidades de este mineral (por supuesto también nos afectaría) sino que, habitualmente, son contactos continuos con cantidades muy bajas: monedas, Piercings, empastes de mercurio o aleaciones e implantes dentales, algunas vacunas y determinados medicamentos, tatuajes, etc.
Empastes dentales, implantes, puentes, etc.
- Tradicionalmente se venían haciendo con aleaciones de distintos metales (entre ellos el Mercurio, el Oro y el Platino). En muchos países ya hace años que no se utilizan estas aleaciones ya que son sospechosas de muchos problemas de alergias a metales a largo plazo.
Prótesis:
- Cada vez se ponen más prótesis ya que la cirugía ha avanzado muchísimo. Si con el tiempo el metal sufre alguna oxidación comienza lentamente la alergia a metales en las personas con una mayor facilidad genética. Evidentemente eso no le ocurre a todo el mundo pero es otra posible causa de alergia a metales.
Cosméticos:
- Muchos dentífricos llevan como colorante blanco dióxido de titanio (TiO2). En a piel no hay problema pero al cepillar los dientes se puede absorber a través de las encías o heridas en la boca.
- Los desodorantes y antitranspirantes suelen llevar sales de aluminio.
- Champús y tintes para el cabello también suelen contener distintos tipos de metales.
Otros productos o vías de afectación:
- Chicles, galletitas…
Son productos también susceptibles de contener metales como «mejorantes». - Tatuajes
Tengamos en cuenta que cada color está hecho a base de algún metal concreto. - Vacunas y medicamentos
No es inusual que las vacunas contengan metales como antisépticos.
Los medicamentos también pueden contenerlos (antiácidos, etc.).
¿Hay algún tratamiento para la alergia a metales?
Hay que empezar por hacer algún Test o prueba (como el Test Melisa) para ver si hay alguna reacción alérgica que no es lo mismo que estar intoxicados por un metal. Si el resultado es positivo tendremos que averiguar cual es la fuente de metal que nos esté perjudicando.
La terapia de Quelación suele ser de grandísima ayuda. Es una terapia que favorece, vía sanguínea, la eliminación de estos metales pesados.
Algunos alimentos, como las nueces y el ajo, gracias a su aporte de Selenio pueden favorecer la eliminación de estos metales.
El oligoelemento Selenio y el alga Chlorella también serán muy beneficiosos en estos casos de alergia a metales.