
¿Por qué cocinar con cerveza?
Pues porque la cerveza es una bebida natural con bajo contenido en calorías, bajo grado de alcohol, sin grasas ni azúcares y con una cantidad importante de hidratos de carbono, vitaminas y proteínas. Sus cualidades beneficiosas para la salud se basan en la presencia en la cerveza de compuestos antioxidantes (polifenoles), que reducen la presencia de radicales libres en el organismo, y de fitoestrógenos, elementos similares a los estrógenos naturales.
Al cocinar con cerveza debemos tener en cuenta que el alcohol no se evapora todo al cocinarlo, depende de la temperatura y el tiempo. Si cocinamos a baja temperatura y mucho tiempo éste se reduce prácticamente en su totalidad, quedando aproximadamente el 5% del alcohol.
Con una bebida con relativamente bajo nivel de alcohol como puede ser la cerveza, estos niveles no deberían ser preocupantes para una persona sin patología y para hacerlo de cuando en cuando.
Conozcamos los dos tipos o familias más comunes de cerveza
- Ale: es una de las grandes familias de cervezas que existen. Utilizan levaduras de fermentación alta. Dentro de ésta hay otros subtipos, según su graduación de alcohol, si son pálidas u oscuras, nivel de amargor, etc.
- Lager: es la otra gran familia de cervezas. Son cervezas de fermentación baja, siendo la más conocida la Pilsen. Se elabora con malta pálida y es la «rubia» por excelencia, también es la que más se utiliza. Tiene de 3,5 a 4 grados de alcohol y sus variantes suelen tener un sabor suave.
Como vemos, la principal diferencia es su nivel de fermentación, dependiendo del sabor que nos guste para nuestras elaboraciones utilizaremos unas o otros, yo personalmente prefiero las negras ya que dan un sabor más maduro a mis platos.
¿Para qué nos puede servir la cerveza en la cocina?
Una vez tenemos una pincelada de los diferentes tipos que hay en el mercado, vamos a lo importante, ¿cómo cocinar con cerveza?
Cocinar con cerveza
La cerveza la podemos usar para:
- Marinar: la cerveza nos sirve para marinar multitud de preparaciones, para mi gusto las que mejor quedan son las carnes.
Una carne con una buena maceración de cerveza le da una textura muy diferente a la habitual y muy buena en la boca. Además, el sabor de la cerveza se mezclará con el de la carne dando una combinación que te estallará en la boca. Por si fuera poco, si la cueces a la brasa o a temperaturas muy altas, se ha visto que algunos de los componentes cancerígenos que se derivan de esta cocción (Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos o HAPs) se verían muy reducidos gracias a la cerveza. Sin duda, recomiendo que lo pruebes junto con algunas especias. - Freír: una de las preparaciones por excelencia en la comida asiática es el tempura. Para hacer un buen tempura, coge agua bien fría, mézclala con cerveza también fría y todo junto con la harina. Te dará una esponjosidad en lo visual y un crujiente especial, ¡pruébalo!
- Salsas: al utilizar cerveza en las salsas tendrás una cremosidad especial, junto con su sabor. Además, si las cueces a fuego lento, como hemos dicho, no tienes que tener demasiado miedo al alcohol. Prueba diferentes cervezas, a ver como te saben y me cuentas. Yo aquí vuelvo a preferir la cerveza negra.
- Guisados: otra forma de cocinar con cerveza son los guisados. Mi abuela solía hacer «salchichas a la cerveza», estaban buenísimas. Y es tan fácil como echar las salchichas (ella lo hacía con salchichas mini) al fuego con una o dos cebollas y cuando haya cocido un tiempo echar la cerveza.
Puedes utilizarla en guisados de carne, de pescado (aquí recomiendo cervezas de sabor más suave), de verduras, etc. También podemos utilizar esta misma cerveza en preparaciones al horno, en bandejas repletas de verduras con alguna costilla como he hecho en alguna preparación por ejemplo.
Recetas con cerveza
Aquí alguna de mis recetas favoritas para hacer con cerveza:
Salchichas a la cerveza
- 10-15 salchichas mini.
- 2 cebollas.
- 1 cerveza.
- Pimienta.
- Nuez moscada.
- AOVE.
- Sal.
Tan sencillo como poner la cebolla cortada a medias lunas finas (juliana) con un buen chorro de aceite de oliva virgen (AOVE) en la sartén. Una vez ha empezado a chisporrotear, bajar el fuego dejamos pochar durante unos 10 minutos, sin prisas.
Pasado este tiempo la cebolla ya estará a medio pochar, incorporamos las salchichas, echamos las especias, tapamos y dejamos unos 8 minutos.
Dejar 5 minutos cocer a fuego lento sin la tapa para que se evapore un poco el agua, o no, eso ya al gusto. A mí personalmente me gusta que quede con algo de caldito. ¡Riquísimo!
Marinado de carne
La carne marinada es una de las cosas que más me gustan. Esta es mi propuesta:
Coged un buen solomillo (cogedlo de cerdo para minimizar presupuesto si queréis) y lo dejáis en una mezcla de:
- 1 cerveza negra.
- Pimienta.
- Romero.
- Canela.
- Hierbabuena (solo para dar un poco de aroma).
- 2 o 3 bichos de pimienta cayena.
- Un chorro de salsa de soja (intentad que sea sin azúcar).
- AOVE.
Después de esto cocinad el trozo de carne a la brasa o en una plancha con relieve, conservará un poco más el macerado y el sabor. Os aseguro que esta preparación esta increíble.
Salsa
Esta salsa me encanta con costillas de cerdo o el costillar entero al horno. Una vez lo tengáis a 5-10 minutos de hacerse se la añadís, ¡triunfaréis con los invitados!
- 1 cerveza negra.
- 2 ó 3 cucharadas soperas de miel (también podéis utilizar mieles especiales como la de eucaliptus).
- Pimienta negra.
- 1 cucharada sopera bien cargada de tahini.
- 1 cucharada sopera rasa de mostaza antigua.
- Zumo de un limón.
- AOVE.
Trituráis, añadís al preparado y ¡listo!
Como veis cocinar con cerveza es muy sencillo, son muchas las formas en que podemos usarla, si la probáis seguro que os va a gustar. ¡Palabra de cocinero!