La variedad de utensilios de cocina es inmensa, algunos son muy versátiles y están en prácticamente todas las cocinas, otros en cambio, a pesar de su utilidad, son más específicos, por lo que no todos disponemos de ellos.
No todos los materiales son iguales
Los utensilios de cocina pueden estar fabricados de diversos materiales, entre los cuales destacan la cerámica, el hierro, el acero inoxidable, el cobre y el aluminio, aunque también los hay de vidrio e incluso de titanio.
Cada material tiene sus ventajas e inconvenientes, por ejemplo los utensilios de aluminio y de cobre se calientan rápidamente, los de hierro mantienen muy bien el calor y los de barro no alteran el sabor de los alimentos.
La forma de los utensilios importa
La forma del utensilio, así como la profundidad y el diámetro de los mismos, determinan el tipo de cocción. Las sartenes y las ollas no funcionan del mismo modo:
Las sartenes tienen una gran superficie de evaporación que evita que el agua que liberan los alimentos se mantenga durante mucho tiempo, lo cual es muy importante si no queremos que los alimentos queden hervidos y se ablanden.
La olla, en cambio, tiene las paredes muy altas y una superficie de evaporación menor, por lo que son ideales para mantener el calor y el agua.
Otros accesorios de cocina
Cuando hablamos de utensilios de cocina rápidamente se nos pasa por la cabeza la imagen de una sartén, una cazuela u otro utensilio similar, ya que son utensilios indispensables para cocinar. Sin embargo, hay un sinfín de accesorios que tampoco pueden faltarnos en nuestra cocina. Hablamos de utensilios como:
- Unos buena colección de cuchillos con los que trabajemos cómodos.
- Cucharas y cucharones para remover y servir.
- Una tabla para cortar.
- Unas tijeras de cocina.
- Fuentes para horno.
- Ralladores, morteros, espátulas.
Y un largo etcétera de accesorios que, como en el caso de las cazuelas y las sartenes, si son de calidad y de un buen material, mucho mejor.