
La importancia de la apariencia
Suele decirse que el hábito no hace al monje pero, sin duda ayuda.
Vivimos en un tiempo en que la imagen es muy importante por lo que cuidar nuestra apariencia es algo a lo que debemos dedicar un poco de tiempo todos los días.
También es cierto que si solo ofrecemos una buena apariencia, si nos presentamos como un bonito envase pero el contenido no es bueno no vamos a engañar a nadie.
Hemos de cuidar nuestra imagen, hemos de ser elegantes por fuera pero también por dentro. Si sumamos todo es cuando realmente estaremos ofreciendo una buena imagen, estaremos ofreciendo todo lo que somos como personas.
¿Qué es ser elegante?
La mayoría de las personas tendemos a creer que ser elegantes tiene mucho que ver con seguir la moda y con la clase social a la que se pertenezca, pero ser elegante es mucho más que lucir los últimos diseños y no es necesario pertenecer a una clase social alta para serlo.
Ser elegante es una suma de muchas cosas: modales, comportamiento, saber estar, ropa, maquillaje, en fin como hemos dicho es un todo, pero es muy importante no convertirnos en una caricatura, no disfrazarnos de algo que no somos. Siempre debemos ser nosotras mismas (también sirve para los hombres, pues la elegancia no es cosa solo de mujeres)
Nacer elegante o aprender a serlo
Sin ningún género de duda, eso de nacer elegante creo que es algo que no se produce. Sí es cierto que si naces en un hogar acomodado y en el que, por el estatus social, se le da importancia a todo lo que tiene que ver con la elegancia pues desde pequeños enseñarán a las niñas y niños a tener un comportamiento refinado, a vestir bien, a ser elegantes.
Pero todas, y todos, podemos aprender a ser elegantes. Hay que prestar atención a muchos aspectos de nuestra persona y de nuestra personalidad y hemos de saber como actuar en cada situación.
Tal vez estos consejos puedan ayudarte a sentirte más segura de ti misma, cosa que sin duda hará que te sientas más elegante:
- Es muy importante elegir la vestimenta adecuada. No podemos vestir igual si vamos a un concierto, si tenemos una entrevista de trabajo o si tenemos que asistir a una fiesta o reunión social.
- También hay que darle mucha importancia al maquillaje. Nunca debe ser excesivo.
- Pero ser elegante también tiene mucho que ver con la forma en que hablamos: hay que hablar con claridad, usando las palabras adecuadas, sonriendo con frecuencia y manteniendo el contacto visual.
- Intentar tener una buena conversación, sin pretender ser el centro de atención ni hacer alarde de una misma.
- Ser amable con todas las personas con las que nos relacionemos.
- La consideración y el respeto para con nosotras mismas y para con los demás son completamente necesarios si queremos desenvolvernos por la vida con elegancia.
- Si no se tienen buenos modales y buena educación es imposible ser elegante.
Ser nosotras mismas
Cómo ya hemos dicho cada ocasión requiere una vestimenta, un maquillaje, en definitiva un apuesta en escena.
Pero esta puesta en escena no debe eclipsarnos, siempre hemos de ir sintiéndonos cómodas, cómodos. Si no tenemos por costumbre usar maquillaje pintarnos como si fuéramos un cuadro no nos va ayudar a ser, o parecer, más elegantes y por contra si va a conseguir que nos sintamos incomodas pues estaremos dando una imagen de nosotras mismas un poco falsa.
Hay que ser elegantes, siempre, pero teniendo claro que la elegancia en muchas ocasiones es cuestión de ser naturales, de ser auténticas.