Meditar, grandes ganancias en pocos minutos
Conozco personas que mientras se encuentran en la clase de yoga logran un estado casi perfecto de armonía y equilibrio, de paz interior y relajación. Sin embargo, una vez que abandonan el salón vuelven a enredarse con la negatividad de una vida estresante.
Y es que el yoga tiene que ser, para que funcione en nuestras vidas, un estado de ser, un estilo de vida que incluye todos los aspectos de la misma, desde la interrelación con nuestros semejantes hasta el diálogo interno con nosotros mismos.
Hay otras personas que ni siquiera logran esos maravillosos minutos de éxtasis porque se dicen a sí mismos que no pueden ir a una clase de yoga ni realizar una práctica en casa, y que meditar, pues mucho menos. Los motivos son variados, pero estos dos suelen ser los más frecuentes:
- ¡No tengo tiempo para aprender a meditar o para practicarla!
- ¿Cómo meditar si tengo un volcán de cosas en mi cabeza?
¿Te sucede también a ti?. En mi artículo de hoy quiero ayudarte, dándote claves para que puedas llevar una vida con un mayor bienestar físico, mental y espiritual. De esta forma le podrás sacar provecho a la meditación en favor del trabajo, de las relaciones, y del día a día en general.
¡No tengo tiempo para meditar!
¡Sí que lo tienes!. Fíjate: el día cuenta con 24 horas, compuestas por 1.440 minutos. ¿Estás seguro, sinceramente, de que no puedes apartar al menos 10 minutos del total de 1.440 con que cuenta cada día de tu vida?. ¡Seguro que ese "obstáculo" sí puedes superarlo!
¿Cómo meditar si tengo un volcán de cosas en mi cabeza?
¡Precisamente por eso!. La meditación no es traer más cosas a tu cabeza ni llenar tu mente con nuevos problemas; más bien es aligerarla, despejarla de todo cuanto resulte una carga pesada. Así que por lo tanto, el volcán se apagará con el potente chorro de una buena meditación.
Consejos para saber como meditar
Si sigues estos sencillos pasos pronto sabrás como meditar y se convertirá en algo imprescindible para ti:
- Preparando la estrategia: Vamos a empezar por el primer punto, ¿de dónde sacarlo para meditar?. Pues aquí te va una buena sugerencia: se trata solo de dedicar 10 minutos, ¡10 minuticos de los 1.440 de tu día a esta práctica bien sencilla!
- Dos minutos: Antes de levantarte de la cama por la mañana, toma sólo dos minutos para que notes tu respiración. Coloca una mano sobre tu estómago y toma unas cuantas respiraciones profundas desde el vientre. Sonríe al sentir cómo tu estómago sube y baja con cada respiración. No te saltes este sencillo paso que te servirá para equilibrar tu mañana, afirmar tus pensamientos y alinear tu guía en la dirección correcta.
- Dos minutos más...: Al salir para el trabajo, céntrate en mantener una respiración lenta y constante. Tómate el tiempo para observar el mundo que te rodea. Aprecia la luz del sol, las nubes o la lluvia. Observa la carretera, los coches, y el pavimento. A medida que tu mente empieza a llenarse de las tareas de tu día a día, céntrate en tu recorrido, fíjate en la gente que camina a tu lado, los coches, el metro que vas a montar.
Solamente míralos, pero evita un diálogo interno haciendo un juicio sobre ellos. Sólo mantente presente y sé consciente de la comunidad de personas de las cuales tú eres una parte y disfruta esa conexión. - Tres minutos para ti: En el transcurso del día, si te sientes tenso, cansado, preocupado, o simplemente tienes que tomar una decisión importante, apártate por 3 minutos para que hagas este sencillo ejercicio que puedes realizar sentado en una silla de tu oficina, en el metro o en un parque:
Coloca los pies apoyados en el suelo con las manos en los muslos. Toma una respiración profunda y siente cómo tu piel roza contra la ropa. Lentamente cuenta hasta ocho en cada inhalación y cada exhalación. Siente cómo se relaja tu cuero cabelludo y que la relajación baja hasta los hombros. Identifica cada punto donde sientas tensión y toma un momento para permitir que tu inhalación continúa relajando esa zona y el estrés se disuelve a medida que exhalas. Utiliza tus tres minutos para inhalar la energía positiva relajante y para exhalar el estrés negativo. - Tres minutos definitivos: Por la noche al acostarte, si los pensamientos que atraviesan tu mente te impiden dormir, toma una respiración lenta, profunda y escribe la palabra sueño mientras meditas en cada letra. Exhala lentamente mientras mencionas la S, di la letra U mientras inhalas y así sucesivamente hasta completar la palabra SUEÑO. Cuando llegues al final de la palabra, comienza la meditación letra por letra de nuevo. Por la mañana al levantarte quedarás sorprendido al ver cómo el sueño te rindió sin apenas notarlo.
Tras aprender como meditar y vincular la respiración a esa práctica, sentirás tanta positividad en tu vida, que los 10 minutos que dedicas a diario te parecerán poco y querrás ampliar ese tiempo.
Realmente, meditar nos trae grandes ganancias, y en la práctica podemos comprobarlo, al tener un día más positivo, contar con una mente más aquietada y serena, poder tener pensamientos potentes, reducir y eliminar el estrés, tener las riendas de nuestra vida y el control de lo que es bueno o no para nosotros mismos.
Conclusión
Como ves, estar ocupado no es un pretexto para aprender como meditar, como tampoco lo es tener la mente repleta de pensamientos. Al contrario, son retos, incentivos para no dudar ponerla en práctica hoy mismo. ¿Te animas?.
En mi libro Una Luz Para Ti, además de la historia, propongo una serie de hábitos para incorporar en tu día a día en dependencia del tema que trato en el capítulo. En el capítulo sobre Vivir el ahora, uno de los hábitos que comento es el de meditar:
"El mismo centro de la meditación es vivir en el momento presente y aceptar las cosas tal como son. Es una práctica que vas a mejorar mientras más la ejercites. Este hábito es el más importante del libro, y como ves, se ha repetido varias veces. A meditar se aprende meditando."
Un gran abrazo para ti.
Namaste