
¿Qué es?
El collar eléctrico es una correa que funciona con una serie de impulsos que, como su nombre indica, son eléctricos y producen una descarga en el animal. Esta se aplica a través de un mando a distancia que permite su uso desde relativamente lejos.
El uso de estas correas eléctricas no ofrece riesgos de daños físicos significativos, pero es desagradable y sí puede causar alguna herida por el abuso. El grado de corriente se puede regular y puede pasar de un molesto cosquilleo, sobre todo por inesperado, a leves contracciones musculares (como la de los aparatos de gimnasia pasiva).
¿Cómo modifica la conducta del animal?
El collar eléctrico se usa para la modificación de conductas del perro, basándose en el principio del reflejo condicionado. Es decir, cuando el animal realiza la conducta que deseamos modificar, al activar el collar el animal la asocia a la sensación desagradable del calambrazo y no la vuelve a hacer. Generalmente se usa para cambiar determinados hábitos como alejarse cuando se le llama, morder enseres de la casa, atacar a cualquier perro que vea, etc.
Cómo se usa el collar eléctrico
El collar eléctrico debería ser usado por profesionales o al menos bajo su supervisión, sobre todo cuando se quieren cambiar conductas agresivas en el perro. Si usted decide hacerlo por su cuenta y riesgo, le recomendamos que también se ponga otro receptor en su propio brazo, de este modo usted también recibirá la descarga y controlará mejor el impulso de hacerlo sin ton ni son. La potencia debe ser media para que el animal la sienta y no ajustarla paulatinamente, porque si no el perro se acostumbraría y no causaría su efecto.
Luego, lo realmente difícil es hacerlo de forma que su mascota no haga otras asociaciones. Por ejemplo, si cada vez que se acerca otro perro, el suyo ataca y usted quiere modificarlo, si lo activa muy tarde, agravará más el problema porque creerá que le atacan y responderá con más ahínco la siguiente vez. Si lo hace demasiado pronto, puede asociarlo a cualquier otra cosa. Por ejemplo, si coincide que en un par de ocasiones usted lleva pantalones rojos, su perro temerá esos pantalones y usted sin entender nada.
Perjuicios del uso de este tipo de collar
Lo dicho en el apartado anterior da una idea de los inconvenientes del collar eléctrico en manos de personas inexpertas, pero aun en la de los profesionales puede tener estos perjuicios:
- No se sabe a ciencia cierta lo que va a interpretar el perro cuando reciba la descarga eléctrica en el cuello.
- El animal acaba identificando el collar eléctrico, cuando lo asocia con las descargas actuará bien cuando lo lleve, pero en el momento que no, volverá a sus hábitos.
- Exige bastantes conocimientos y experiencia de los sistemas eléctricos, cualquier error es de muy difícil corrección.
- Una vez el perro ha identificado el collar eléctrico, cuando se lo ponen suele presentarse visiblemente estresado o inseguro.
Conclusión: «no al uso del collar eléctrico»
Dada la información sobre el uso y funcionamiento del collar eléctrico que hemos recopilado, en nuestro caso concluimos que no es recomendable su utilización como herramienta educativa, ya que pueden resultar perjudiciales e imprevisibles sus resultados y aunque el daño físico no sea mucho, sí lo puede ser en la psique del perro.
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