Clases de Manos

Si somos observadores nos habremos dado cuenta de las muchas clases de manos que existen, cada persona tiene unas manos diferentes, que hablan de ella.

Clases de Manos
Mercedes Comas
Lectora de Manos.

Todo es importante

Tal como indicaba en mi anterior artículo, insisto en la importancia que tiene el observar el significado de las dos manos, izquierda y derecha, ya que, contrariamente a muchas y respetables opiniones, presentan sensibles diferencias.

No nos hemos de fiar tampoco de un solo dato o signo, hay que valorarlos en un conjunto, líneas, montes, huellas dactilares, algo tan importante como los sentimientos y mucho más que vosotros iréis descubriendo si os gusta el tema.

Ello lo lograremos mirando las manos (si nos dejan) de la familia, amigos, los no tan amigos y también si somos observadores, en estos tiempos muertos, cuando en los transportes públicos, aeropuertos, consultas médicas, en un local de copas o de ocio, etc., esperamos sin nada que hacer.
En resumen, hay que ver muchas manos.

Clases de manos

Recibimos una buena información con la presión de un sencillo apretón de manos: una persona equilibrada nos producirá una sensación agradable. Una mano enérgica y cálida, denotará con ello una naturaleza igual, expansiva, cordial, fogosa y extrovertida. En cambio, una mano blanda y débil, nos indicará una persona cerrada, poco afectiva, introvertida, egoísta y posible falta de salud.

  • Manos en reposo: o bien descansando con abandono, nos hablan de calma, sosiego, tranquilidad.
  • Manos activas: en continuo movimiento, inquietud, nerviosismo, impaciente con ansia de comunicación.
  • Manos ocultas: en los bolsillos o en la espalda, nos muestran personas con timidez y preocupaciones.
  • Manos que al andar se entrelazan en la espalda: precavidas, el paseo les sirve de concentración en asuntos a solucionar que les preocupan.
  • Manos que ocultan el rostro: usan las manos para ocultar muchas cosas que ni ellas mismas saben explicar. Personas que tienen una huida hacia adelante.
  • Manos abiertas: síntomas de franqueza, ansiedad y agresividad, con ganas de tener, de conseguir, tanto material como espiritual.
  • Manos cerradas: incomunicación con los demás, miedo, temor. Y más aun escondiendo los pulgares entre los dedos, falta de voluntad. Un ejemplo nos lo dan los niños al nacer, la mayoría con los pulgares dentro de las manitas, tienen miedo, temor al mundo.
  • Manos grandes: muy detallistas y pacientes, buscan una seguridad y lentitud en todas sus actuaciones. Son maniáticos al analizar todos los detalles, para no fracasar. Cerebrales y ordenados, no toman una decisión hasta que están muy seguros de ella. En general acostumbran por timidez a cerrarse en si mismos con un orgullo interior que es donde sienten su fuerza.
  • Manos anchas: optimistas, afectivos, dinámicos y comunicativos, no se rinden nunca porque están seguros de que todo se va a solucionar de acuerdo con sus intereses. Con esta euforia, tiende a compartir sus proyectos en voz alta, por lo cual pecará a menudo de falta de tacto por su impetuosidad.
  • Manos en forma de punta: de dedos más largos que la palma, de imagen bella y fina, son de temperamento delicado, soñadores, idealistas y cargados de ilusiones, que no acostumbran a afrontar las realidades. No les interesa la política, ni la tecnología y más pronto se decantan por todo lo que les represente paz y tranquilidad.
  • Manos pequeñas o cortas: espontáneos, interesados por las cosas pequeñas actúan de un solo golpe, con rapidez. Son intuitivos, arriesgados y al contrario de unas manos grandes, se guían más por los mensajes del corazón y así vencen las dificultades, con prontitud y celeridad. Este ímpetu, les hace irreflexivos en alguna ocasión y pueden cometer alguna indiscreción.
  • Manos delgadas o estrechas: se rigen por la prudencia, timidez y moderación. Su arma es la discreción, el silencio, y esperan que los demás adivinen sus intenciones, pues temen comprometerse. El amor propio les frena y sus decisiones giraran alrededor de poca confianza en sí mismo.

Y nada más por hoy.
Adiós amigos, hasta pronto.

Valoración

3.9/5 - (8 votos)


Anterior artículo »
Siguiente artículo »