
El aire interior
Pasamos la mayor parte de la vida en interiores, entre el 80 y el 90% del tiempo de promedio, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). A su vez, este aire está de media de dos a cinco veces más contaminado que el aire exterior según datos de la Agencia de Protección Ambiental estadunidense (EPA).
Si partimos de la afirmación de la OMS conforme una cuarta parte de todas las enfermedades están causadas por malas condiciones ambientales, es lógico pensar que el ambiente en espacios cerrados genera una parte muy importante de las enfermedades. En este artículo nos centraremos en las alergias en casa.
Las alergias en el hogar
Las alergias son una reacción exagerada del sistema inmunológico a ciertos alérgenos, muchos de los cuales se encuentran todo el año en las casas.
Luego, hay agravantes estacionales, destacándose el polen procedente del exterior en primavera.
A este respecto, la mejor manera de evitar las alergias en el hogar sería evitar la presencia de alérgenos.
Sin embargo, el estilo de vida también afecta, especialmente el estrés y una alimentación poco saludable, se cree que potencian las reacciones alérgicas.
El marco normativo actual sobre las alergias en el hogar
En España el RD235/2013 exige que los edificios estén certificados energéticamente en caso de compra o alquiler, pero el objetivo debería incluir también un ambiente interior saludable. En este sentido, una mejora energética sin las precauciones adecuadas puede ayudar a crear unas condiciones ambientales poco adecuadas.
Causas de las alergias en el hogar
Veamos algunas de las causas de las alergias en el hogar:
Hongos:
Los hongos son fuente de alergias en el hogar y de otras enfermedades, generalmente relacionadas con el sistema respiratorio.
Un ejemplo habitual es la aparición de moho en las paredes tras la sustitución de las viejas carpinterías de madera por nuevas carpinterías de aluminio más herméticas que ya no garantizan la regulación de la humedad interior. En este caso, una de las soluciones posibles sería asegurar la difusión del vapor de agua a través de las carpinterías para evitar que la humedad se condense en las partes más frías.
Otras veces los hongos aparecen motivados por los malos hábitos de los residentes, que sin ser conscientes de ello incrementan la humedad en el hogar:
- Secado de la ropa en interiores en espacios no ventilados.
- Falta de ventilación después de dormir, jugar, ducharse o estudiar.
- Olvidar la ventilación en la zona de cocción.
Ácaros:
Los ácaros y principalmente sus excrementos pueden afectar las vías respiratorias y son una de las causas de las alergias en el hogar.
No se ven a simple vista, pero son comunes en colchones, almohadas, muebles tapizados u ositos de peluche, especialmente si hay contacto regular con la piel humana o de mascotas, pues se alimentan de sus escamas.
Los ácaros viven en condiciones de alta humedad. En este sentido, también es importante evitar los malos hábitos que aumentan la humedad. Además, debe evitarse todo aquello que ayuda a su proliferación como los peluches, realizar una limpieza periódica de la ropa de la cama a 60ºC y aspirar la casa con filtros de partículas finas HEPA.
Polvo domestico:
Es el contaminante del aire más importante en términos de peligrosidad para la salud humana y una de las causas de las alergias en el hogar más común.
Su origen en el hogar es muy disperso, por ejemplo, puede provenir del humo de cigarrillos, del roce con alfombras o de impresoras. También puede proceder del exterior de la vivienda, aunque puede haber más en casa que fuera.
El uso de aspiradoras con filtros HEPA y el mantenimiento adecuado de las instalaciones de climatización ayuda a disminuir el polvo ambiental. Sin embargo, si hay fuentes particularmente dañinas, cómo algunos rellenos o aislantes utilizados en la construcción convienen medidas adicionales.
Químicos, sustancias orgánicas y metales pesados:
Aldehídos, disolventes, plastificantes o el cromo, entre otros, deben evitarse en el hogar. Además de causar alergias, algunos de ellos son potencialmente cancerígenos, como el formaldehido que se utiliza frecuentemente en cosméticos, adhesivos, barnices e incluso en textiles.
Se trata de una gran variedad de contaminantes, aunque existe una recomendación preventiva común: el uso de productos y materiales saludables en el hogar. En general son aquellos que han sido menos transformados desde su extracción en la naturaleza hasta que llegan a las casas, priorizando aquellos que están libres de elementos tóxicos o nocivos. Además, generalmente tienen un menor impacto ambiental.
Un ejemplo de buen hábito sería utilizar productos de limpieza biodegradables.