Importancia del sueño infantil
Dormir la cantidad suficiente de horas es muy importante en todas las edades pero especialmente en los niños. Ellos deben tener un adecuado descanso y una buena calidad de sueño ya que eso influirá en su bienestar y en su desarrollo.
La falta de sueño o la mala calidad del descanso puede hacer que los niños sufran problemas de comportamiento, se altere su estado de ánimo, se muestren ariscos e irritables y también puede influir en el rendimiento escolar.
Pero ¿Cuántas horas debe dormir un niño? Depende de la edad:
- Los recién nacidos dormirán alrededor de 18 horas al día.
- Cuando llegan a los dos años las horas de sueño tienen un promedio de 13 al día, reduciéndose a unas 10 entre los tres-cinco años.
- Desde los cinco a los seis años necesitan dormir unas once horas al día y, desde esa edad hasta los diez unas diez horas.
Estas horas de sueño las dormirán repartidas a lo largo del día también dependiendo de la edad, los bebés hacen largas siestas a diferentes horas del día. Hasta los cuatro o cinco años las siestas a medio día son normales.
Sueño infantil: algunos problemas
En algunas ocasiones los niños tienen problemas para conseguir conciliar el sueño y, por lo tanto, descansar las horas necesarias para poder desarrollar sus actividades cotidianas.
Los niños, al igual que los adultos, pueden verse afectados por algunas situaciones que perjudican seriamente su descanso. Hemos de observar y consultar con el especialista si esas situaciones que perjudican el sueño infantil se alargan en el tiempo ya que, como hemos dicho, el descanso es imprescindible para su correcto desarrollo tanto físico como emocional e intelectual.
Algunos problemas del sueño infantil:
- Insomnio causado por la dificultad que tiene el niño para conseguir dormirse estando solo.
- Insomnio causado por una inadecuada higiene del sueño. Está asociado a las actividades que se realizan durante el día y que impiden una adecuada calidad del sueño durante la noche.
- Síndrome de apnea-hipopnea que es un trastorno respiratorio caracterizado por la presencia de episodios de obstrucciones de la vía aérea superior debido a las partes blandas de la garganta.
- Sonambulismo, es muy común en niños de edad escolar y suele desaparecer sin ningún tipo de tratamiento.
- Miedos o terrores nocturnos en los que los niños, sin llegar a despertarse, sufren episodios de miedo intenso llegando a padecer taquicardias, tener las pupilas dilatadas, respiración agitada, sudores…