Usos cosméticos de los aceites corporales: conócelos

Son muchos los usos cosméticos de los aceites corporales. Si nos acostumbramos a usarlos a diaria nuestro cuerpo disfrutara de todas sus propiedades.

Usos cosméticos de los aceites corporales: conócelos
Candela Vizcaíno
Doctora en comunicación, poeta, escritora y mamá. Periodista y redactora en vida sana, lenguaje de los símbolos, literatura, arte, viajes y moda.

Aceites naturales para el cuerpo

Los aceites corporales son uno de los placeres desconocidos del cuidado diario del cuerpo, válidos para toda la familia, desde los bebés recién nacidos hasta la abuela. Hablo de los aceites vegetales que se pueden utilizar puros o combinados con los esenciales procedentes de plantas.

En este último caso, además, potenciamos las propiedades hidratantes y protectoras de estos aceites con las específicas de flores, semillas o cortezas con las que se mezclen.

Hay que usarlos después de la ducha con la piel aún húmeda, extender bien y dejar secar mientras se disfruta envuelto en una toalla o albornoz.

Si te decantas por alguno de los aceites que desprenden aroma, el placer y el efecto beneficioso se multiplican.
Los esenciales, además, pueden utilizarse puros para hacer masajes, para aromatizar un baño, con tan solo unas gotas, o mezclados con mantecas corporales.

En este artículo vamos a conocer los usos cosméticos de los aceites corporales para poder aprovechar mucho mejor todos sus beneficios.

Usos cosméticos de los aceites corporales

Aceite de almendra: es uno de los aceites naturales para el cuerpo más usados y demandados. Puedes encontrarlo hasta en herbolarios y grandes superficies sin mayor problema. Se puede utilizar solo o combinado con un aceite esencial.

Ayuda a conservar la juventud de las capas superiores de la epidermis previniendo, al mismo tiempo, la descamación. Es eficaz en los procesos de alergia, hidrata y reafirma la piel.

Aceite de argán: hasta hace pocos años era considerado exótico y difícil de encontrar. Solo se cultiva en una remota región del norte de África, entre Marruecos y Argelia, que ha sido declarada Patrimonio de la Biosfera.

Con las semillas de argán se fabrican, también, jabones y ungüentos. El aceite deja la piel suave, tersa y joven. Combate las arrugas profundas, el desgaste producido por la climatología extrema (viento, frío o sol) e, incluso, por condiciones de vida poco adecuadas (ocio nocturno, tabaco, alcohol o mala alimentación). Sirve para las quemaduras y las contracturas.

El auténtico es biológico, respetuoso con la naturaleza, sostenible y emplea a mano de obra local con salarios justos.

Aceite de jojoba y aguacate: el de jojaba se extrae por presión en frío de las semillas del árbol homónimo. Oriundo de América, se utiliza, además, para desmaquillar y para el pelo. Es uno de los mejores aceites naturales para el cuerpo ya que no deja grasa y equilibra todas las pieles, desde las más secas hasta las que sufren de acné.

El de aguacate, es mucho más espeso y nutritivo. Como el fruto del que procede, es rico en vitamina E y, por tanto, apto para pieles desvitalizadas en extremo.

Aceite de Rosa Mosqueta: el aceite de Rosa Mosqueta es muy efectivo para todo tipo de pieles. Hidrata las pieles secas y castigadas ayudando a la regeneración de las células y eliminando o atenuando las arrugas.

En estos casos serán suficientes unas cuantas gotas puras por la noche antes de acostarse y unas gotas mezcladas en la palma de la mano con la crema hidratante de uso habitual por las mañanas.

Para las pieles grasasel aceite de Rosa Mosqueta se convierte en un gran aliado ya que elimina las marcas del acné contribuyendo a unificar el tono y hacer desaparecer las rojeces.

Las estrías son alteraciones de las fibras elásticas de la piel que se producen por variaciones de peso y volumen, o por cambios hormonales. El aceite de Rosa Mosqueta está especialmente indicado para tratar estas alteraciones cutáneas, pues contribuye a eliminarlas sobre todo cuando éstas están rojas y existe aún circulación sanguínea en ellas. Cuando son blancas antiguas es más difícil eliminarlas del todo, pero este aceite contribuye a atenuarlas.

Aceites esenciales y perfumados

Este tipo de productos, salvo excepciones, rara vez se utilizan de forma pura en sus usos cosméticos. Suelen ir combinados con otros aceites de base (aguacate, girasol, germen de trigo, almendra…) para conseguir el efecto deseado. Sin ánimo de dar una lista exhaustiva los más comunes (también he puesto los que más me gustan) son los que siguen:

  • Caléndula, habitual en el baño de niños, bebés y personas con problemas de alergia. Calma, nutre, suaviza y elimina la irritación.
  • Árnica, necesario para deportistas o cuando se ha realizado un ejercicio intenso.  También sirve para las contusiones, golpes y en la reparación de la flebitis.
  • Granada, a su delicioso olor se unen efectos antioxidantes y antienvejecimiento.
  • Abedul, imprescindible para realizar masajes anticelulíticos por sus propiedades antiinflamatorias, tónicas y diuréticas.
  • Lavanda, otro clásico del baño, es relajante y combate el estrés. Es apto para bebés, niños nerviosos y para adultos con problemas de ansiedad.
  • Onagra, aliado de la mujer menopáusica, es válido para pieles desvitalizadas, secas o con acné por su acción bactericida.

Y lo mejor es que puedes utilizar más de uno, dos o tres, según tus necesidades o estado de ánimo. Los aceites naturales para el cuerpo no solo son un placer para los sentidos, además, son más eficaces que la mayoría de las cremas corporales que hay en el mercado. De forma tópica no tienen contraindicaciones.

Como vemos son muchos los usos cosméticos de los aceites corporales y tan variados que seguro que encontraremos los más adecuados para nuestro tipo de piel.

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