
No confundir afición a los videojuegos con adicción
Muchas personas dicen que alguien es adicto a los videojuegos porque pasa mucho tiempo dedicado a ello, pero esto no es del todo exacto.
Por supuesto que un adicto pasa mucho tiempo jugando, pero hay otros factores que en conjunto convierten cualquier cosa en una adicción.
Cuando alguien es aficionado a una actividad, como coleccionar sellos, escuchar música, leer, jugar al ajedrez, hacer punto de cruz, etc., si puede le dedica muchas horas. Pero nadie diría que es un adicto, salvo como metáfora, para referirse a lo mucho que le gusta su afición. Sin embargo, con los videojuegos se tiende a etiquetar de adicto al que juega bastantes horas.
¿Qué es la adicción a los videojuegos?
La afición a los videojuegos se convierte en adicción cuando empieza a interferir en la vida cotidiana a nivel familiar y laboral. Cuando alguien deja de relacionarse con amigos o pierde horas laborales o clases, señal inequívoca de que padece este problema.
Podemos decir que la adicción a los videojuegos es la imperiosa y constante necesidad de jugar y ceder a ella, incluso en los momentos menos adecuados y perjudiciales para la persona. En algunos casos graves el individuo pude dejar de comer y dormir por periodos peligrosos para la salud. Es cuando se observan estas conductas cuando hay que informarse sobre el tratamiento de la adicción a los videojuegos.
Niños y adicción a los videojuegos
El problema de la adicción a los videojuegos acucia a los padres que ven que sus hijos pasan horas con estos juegos. Evidentemente, en el caso de los niños pasar demasiado tiempo ante cualquier pantalla (tv, ordenador, videoconsola, tablet, etc.) no es nada recomendable.
Un niño necesita desarrollarse con el mayor contacto posible con el mundo que le rodea, hacer ejercicio y también tener un espacio para estar en su mundo.
Dentro de sus actividades se pueden incluir los videojuegos, incluso los hay muy educativos, pero su tiempo debe limitarse al criterio de sus padres o de los profesionales en caso de duda.
Cómo reconocer la adicción a los videojuegos
Le exponemos los síntomas más comunes:
- Trastornos del sueño.
- Distanciamiento de la familia y amigos.
- Desinterés por sus actividades favoritas.
- No respetar nunca los horarios estipulados.
- Problemas con los estudios o ineficiencia en el trabajo.
- Estar agresivo e irritable cuando lleva rato sin jugar o si se retrasa para llegar a casa para conectar el videojuego.
Tratamiento de la adicción a los videojuegos
El tratamiento de la adicción a los videos juegos tiene una diferencia básica entre los adultos y menores, ya que la mayoría de los adultos acuden a terapia por sí mismos tras el difícil paso de reconocer el problema.
El tratamiento a la adicción de los videos juegos de niños y adolescentes es impuesto por los padres, ellos no sienten que tengan un problema e incluso no entienden que tengan que dejar de hacer eso que les gusta tanto.
El tratamiento de la adicción a los videojuegos, tanto en adultos como en menores, debe ser personalizado. Se estudian las causas que pueden haberle llevado a la adicción y se interviene de forma conductual en ello.
También se crean pautas con respecto al juego, concretando a qué se juega (hay juegos muy adictivos), con quién se juega (evitando jugar con otros posibles adictos) y duración.
Se interviene mejor en terapia de grupos y de una forma diferente a otras adicciones en las que se puede dejar de estar en contacto con la fuente. Quien padece adicción a los videojuegos asocia el ordenador con esta actividad, pero hoy día es una herramienta diaria de trabajo o de la vida cotidiana, siendo más efectivos los tratamientos que tratan la adicción a la comida, al tabaco o al alcoholismo, que tienen que convivir a diario con el objeto causante.
¿Se puede prevenir?
Los métodos de prevención en niños y adolescentes son:
- Jugar siempre que pueda con su hijo y ayudar a crear una visión crítica de los videojuegos.
- Ponerle normas horarias que no excedan más de 4 ó 5 horas semanales.
- Crearles una rutina de actividades de ocio que sean divertidas, al aire libre o con otros niños.
- Aficionarlo a alguna actividad deportiva.
Mejor alejar a los niños de los excesos de pantallas de cualquier tipo. En sí mismas no sólo no son malas sino que con un buen uso son muy positivas.