
Las cazuelas
Las cazuelas son uno de los utensilios de cocina más utilizados para preparar distintos tipos de platos, ya que su forma lo convierte en un utensilio muy versátil. Antiguamente el barro era el material más empleado para la fabricación de cazuelas. Actualmente podemos elegir entre diversos tipos de materiales.
Tipos de cazuelas
Veamos los diferentes tipos de cazuelas entre los que podemos elegir:
La clásica cazuela de barro: es uno de los tipos de cazuelas más recomendables a nivel de salud, ya que no hay migración hacia el alimento de ninguna partícula o sustancia que podría preocuparnos. Son también muy interesantes para hacer cocciones lentas y largas. El inconveniente de este tipo de cazuelas es que son muy pesadas y frágiles.
Cazuelas de hierro fundido: es un material excepcional en cocina, como ya vimos en este otro artículo. Es muy común también encontrar en los supermercados cazuelas de hierro fundido recubiertas de ciertos esmaltes. Algunos de estos esmaltes tienen restos de metales que son problemáticos, como el plomo o el cadmio, por lo que sería recomendable preguntar al fabricante o informarse bien antes de las características de ese esmalte.
Cazuelas de acero inoxidable: las cazuelas de este material son sin duda las más ligeras y duraderas. Son muy cómodas de utilizar por su peso y porque no requieren de un cuidado especial para evitar que se oxiden.
Cazuelas de cobre: el cobre es un excelente conductor de calor, este tipo de cazuelas se calientan muy rápidamente y el calor se distribuye uniformemente por toda la superficie de la misma. Como vimos en el artículo Cocinar con ollas o utensilios de cobre, este metal puede migrar al alimento, por lo que sería recomendable priorizar la compra de cazuelas de cobre con recubrimiento de otro metal más seguro, como el acero inoxidable.
Cazuelas no recomendables: no serían recomendables las cazuelas de aluminio, ya que la migración de éste al alimento se asocia con múltiples trastornos (detalle). Tampoco serían recomendables las cazuelas con recubrimiento antiadherente, pues los gases que se liberan de éste podrían ser tóxicos (estudio).
Aplicaciones en cocina y consejos de utilización
La forma de la cazuela es ideal para hacer cocciones muy duraderas a temperaturas muy bajas. Por lo tanto, es un utensilio excepcional si queremos hacer guisos, estofados y sopas, aunque también es un utensilio interesante para hacer braseados.
Es muy común y aconsejable utilizar cazuelas para hacer platos de arroz, legumbres, estofados tanto de carnes como de verduras y calderetas de pescado, ya que este método de cocción mantiene mejor el aroma y el sabor del alimento y las carnes quedan tiernas y jugosas.
Desde el punto de la salud, esta forma de cocinar es de las más recomendables ya que se utilizan temperaturas bajas en todo momento, evitando así que se degraden los nutrientes más termolábiles y que se originen compuestos tóxicos relacionados con el cocinado a altas temperaturas. Así que nuestra recomendación es la de priorizar siempre este tipo de cocciones.