Terapias para la ansiedad y algunos consejos

Cuando buscamos un tratamiento para la ansiedad, realmente eficaz, hemos de pensar en terapias naturales ya que tratan la causa y no sólo el síntoma.

Terapias para la ansiedad y algunos consejos
Gema Benítez Poblete
Bióloga, consultora en mejora del estudio, dietética naturista, Flores de Bach y kinesiología.

¿Qué es la ansiedad?

Es un estado de inquietud o desasosiego producido cuando el sujeto se siente en peligro por una amenaza, real o imaginaria, que no le permite la relajación y el descanso. Vamos a conocer algunos consejos y terapias para la ansiedad que pueden ayudarnos a combatirla.

La ansiedad, en cierta medida, es necesaria para sobrevivir ante algunos riesgos, ya que pone a la persona en alerta.
El problema aparece cuando esta facultad natural se vuelve patológica, lo que refleja la existencia en caso extremo de un trastorno de ansiedad.

El organismo se prepara para enfrentarse ante un peligro que no existe, convirtiéndose en algo perjudicial.
Se sabe que la ansiedad está estrechamente ligada a nuestros tres pilares básicos de salud: sueño, dieta y ejercicio e interactúan con nuestra actividad mental (positiva o negativa), así pues, cualquier trastorno o desequilibrio en estos aspectos o en otros del ser, puede llevar a padecer ansiedad de forma crónica. A lo largo de este artículo vamos a conocer los síntomas, causas y terapias para la ansiedad.

Causas

Las causas de la ansiedad son variables, ya que la vida actual tiende a estimular continuamente el sistema nervioso y a activar el mecanismo de lucha o huída sin proveer ninguna vía de salida.

Algunas de las causas son:

  • Enfermedades crónicas, enfermedades físicas, angina de pecho, hipertiroidismo o hipoglucemia.
  • Estrés debido a causas laborales, familiares, sociedad, o estrés ambiental.
  • Consumo de medicamentos, como los suministrados para controlar el asma o la presión arterial.
  • Consumo de sustancias químicas, como la cafeína, alcohol.

Síntomas

Algunos de los síntomas característicos de la ansiedad son:

  • Incapacidad para enfrentarse a un objetivo/obstáculo, ya que todo parece demasiado y la persona se siente floja e inútil, incapaz de realizar según qué actividades, con tendencia al victimismo.
  • Fatiga, dificultad para concentrarse y enfocar la atención en cualquier actividad.
  • Irritabilidad, intranquilidad, preocupaciones, miedos (taquicardias, sudoraciones), facilidad para alterarse; la espera, una discusión o un golpe no intencionado pueden ser suficiente para ofender a una persona en este estado.
  • Inquietud, insomnio sensación de amenaza y de tener que estar seguro.
  • Necesidad de comer a deshoras sobre todo dulce, o despertar a altas horas de la mañana sin poder conciliar el sueño de nuevo.
  • Desajustes físicos como tensión muscular, diarreas, náuseas, vómitos o los mareos típicos de la ansiedad producidos por la baja presión (altibajos en el ritmo cardíaco) e hiperventilación que en muchos casos es inconsciente.

Según en qué medida estén estos síntomas se podrá adaptar una terapia individualizada para cada caso.

Alimentación

Cuando buscamos un tratamiento para la ansiedad la alimentación es muy importante porque pueden aparecer déficits nutricionales que la agravan aún más.

Pero esto no hay que confundirlo con comer más, si no que es necesario mantener un sano equilibrio entre carbohidratos, lípidos, proteínas y micronutrientes.

En este estado suelen aumentar las necesidades de vitaminas del grupo B, vitamina C, vitamina E, zinc, magnesio y selenio. Es recomendable consumir con regularidad cereales integrales por ser ricos en vitaminas del grupo B, salvo la vitamina B12. Esto hace que sean muy útiles para equilibrar el estado de ánimo.

Entre ellos hay que resaltar la avena, por su contenido en almidón, ácido linoléico, vitaminas B1, B2, B3, B6 y ácido fólico, magnesio, zinc, potasio, hierro y fósforo. También es neuroequilibrante y posee un alcaloide inocuo que posee un efecto sedante.

Igualmente es aconsejable el consumo de cebada, centeno y trigo sarraceno. Este último es muy rico en vitaminas B2, B3 y magnesio.

Consejos para combatir la ansiedad

  •  Evitar el alcohol, tabaco, grasas saturadas, el azúcar refinado, carbohidratos refinados, en general, y aditivos ya que los colorantes y algunos edulcorantes pueden agravar la ansiedad.
  • Evitar el café y el té ya que la cafeína favorece la ansiedad.
  •  Evitar las comidas que sobrecargan al organismo con digestiones pesadas.
  • Usar el tiempo de comer como un momento de descanso de nuestras actividades diarias.

Terapias para la ansiedad

Las siguientes terapias alternativas son muy eficaces en el tratamiento para la ansiedad, obviamente siempre bajo el consejo y la supervisión de un buen especialista:

  • Sales de Schüssler: La sal de Schüssler número 7 (Magnesium phosphoricum D6) es excelente para mitigar la ansiedad, sobre todo cuando ésta va acompañada de falta de concentración e insomnio.
    En el caso de ansiedad ligada a un estado depresivo y debilidad de memoria, sería de gran ayuda la sal de Schüssler número 5 (Kalium phosphoricum D6).
  • Flores de Bach. El remedio de rescate (Rescue Remedy) es muy aconsejado en los casos en que la persona siente que necesita ser «rescatada» de una situación en la que no encuentra salida. Es especialmente útil para situaciones que nos crean un grado fuerte de ansiedad. Este remedio ayudará, por ejemplo, antes de un examen, cuando se tenga una entrevista de trabajo importante, o cuando el trabajo se realice en un ambiente estresante. Las flores de Bach es una de las terapias para la ansiedad más efectivas.
  • Masajes con aceites esenciales de espliego, rosa o nerolí pueden reducir el estrés. Es, sin duda, un tratamiento para la ansiedad muy agradable.
  • Los ejercicios de meditación y relajación pueden ser muy útiles para aliviar la ansiedad.

Homeopatía

La homeopatía también es una de las terapias para la ansiedad que puede resultar eficaz:

  • Gelsemium serpenvirens: este compuesto tiene una acción sobre la ansiedad y situaciones que necesitan seguridad y confianza.
  • Ignatia Amara: ayuda a calmar la excitabilidad, ya que actúa sobre el sistema nervioso y las afecciones emocionales.

Suplementos adecuados en caso de ansiedad

  • Dolores, contracturas, nervios…: magnesio.
  • Cansancio tanto físico como mental: eleuterococo.
  • Siempre: vitaminas del grupo B.
  • Cambios de humor, falta de descanso, agotamiento diurno: hipérico*, triptofano*.

Oligoterapia, otra de las terapias para la ansiedad

Los oligoelementos son muy eficaces para ayudarnos en el tratamiento para la ansiedad:

  • En todos los casos: cobalto-cromo.
  • Con cansancio: zinc-cobre.
  • Con astenia y/o depresión: litio.

Prevención

Como para tantos otros problemas la prevención es la mejor terapia a la que recurrir:

  • La práctica moderada de algún deporte o ejercicio físico ayudará a relajarnos, sobre todo si es al aire libre o en la naturaleza, para «airear» nuestros pensamientos.
  • Dormir lo suficiente, alrededor de unas ocho horas es otro de los consejos a tener en cuenta en el tratamiento para la ansiedad.
  • Afrontar los problemas de una forma activa o pasiva, pero decidiendo que es lo mejor en cada caso y entender que la ansiedad es tan natural como el miedo o la alegría.
  • Practicar relajación o yoga.
  • Realizar actividades placenteras (leer, pasear, ir al cine, relacionarnos con nuestros amigos, etc.).
  • Querernos a nosotros mismos.
  • Reducir los alimentos estimulantes y los azucarados, refinados, demasiado procesados o de mala calidad.
  • Mantener una dieta viva y variada rica en Vitaminas del grupo B, minerales y ácidos grasos esenciales (W3,W6,W9) ayudará a todas las síntesis endógenas, así como al equilibrio de nuestro número de hormonas y neurotransmisores. Alimentos como el hinojo, algas, frutos secos y semillas, verduras con cocciones muy sutiles, cereales integrales y legumbres.
  • Establecer contacto con la naturaleza, ya sea con excursiones a la montaña el fin de semana, por las mañanas unos minutos en la playa, manoseando el jardín… sentirse parte del TODO, abrir los ojos para ver que cada pequeña cosa es muy importante.
  • Establecer unas pautas o metas diarias, tomarse tiempo para uno mismo con baños relajantes y masajes con aceites.

*Hipérico: no tomar en caso de tomar: antidepresivos, barbitúricos, narcóticos, hipnóticos, quimioterapéuticos, pastillas anticonceptivas.

*Triptofano: no tomar en caso de tomar antidepresivos u otro medicamento que aumente la serotonina.

*Este artículo lo he escrito con la inestimable colaboración de mi hermana Lourdes.

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