
El tétanos
Vamos a conocer los síntomas del tétanos enfermedad que en ocasiones puede ser mortal. Está causada por las neurotoxinas producidas por el bacilo Clostridium tetani.
Hipócrates fue el primero en describir los síntomas del tétanos. La vacuna del tétanos existe desde el 1899. La primera vez que se hizo una vacunación masiva fue en la Primera Guerra Mundial.
¿Cómo nos podemos infectar del tétanos?
El bacilo necesita un medio anaeróbico (carente de oxígeno) para su proliferación. Este medio son las heridas abiertas, especialmente aquellas que se han producido con hierros oxidados, con restos de excrementos animales o zonas con muchísima suciedad.
El bacilo tiene la capacidad de formar esporas que se encuentran en el suelo, tierra, aguas fangosas y estancadas y metales oxidados. Estas esporas se introducen en el organismo humano a través de las heridas, sobretodo heridas abiertas y profundas con destrucción de tejidos. No se transmite de una persona a otra. Raras veces puede contraerse en una operación quirúrgica.
Cuando las esporas se introducen en el organismo a través de la herida liberan bacterias que se diseminan y producen un tóxico llamado tetanospasmina. Este tóxico bloquea las señales nerviosas de la médula espinal a los músculos causando espasmos musculares intensos que pueden ser tan severos que llegan a causar desgarro muscular o fractura ósea.
La toxina tetánica se fija a nivel de la placa neuromuscular produciendo una gran excitabilidad de todo el sistema nervioso ya que se ligan a las neuronas presinápticas inhibidoras impidiendo la liberación de acetilcolina por las terminaciones nerviosas musculares.
Síntomas del tétanos
Los primeros síntomas del tétanos aparecen aproximadamente entre 7 y 21 días después de la infección. Los primeros espasmos se suelen producir en los músculos de la mandíbula.
Suele afectar a la zona del tórax, cuello, abdomen y espalda. Puede llegar a producir convulsiones y afectar a la capacidad respiratoria.
Otros síntomas del tétanos son:
- Fiebre.
- Irritabilidad.
- Espasmos de pies o manos.
- Pérdida de control de los esfínteres es otro más de los síntomas del tétanos.
La tasa de mortalidad del tétanos es elevada, mueren 1 de cada 3 adultos que la padecen y casi todos los recién nacidos y ancianos que la contraen.
En cualquier caso también hay que decir que en el último año solo se registraron 20 casos de tétanos en España.
Tratamiento y prevención del tétanos
La prevención se realiza con la vacuna antitetánica. Se administran tres dosis de vacuna en los niños. Las dosis se administran a los 2, 4 y 6 meses de vida. Después de estas tres dosis hay un refuerzo después de un año. Posteriormente se hace un refuerzo cada 10 años. Normalmente en niños se administra la vacuna combinada de tétanos, difteria y tos ferina llamada DTP.
La vacuna del tétanos no protege contra la infección que pueda tener la propia herida, pero si contra los efectos de la toxina que la bacteria produce.
El tratamiento una vez se manifiesta la enfermedad es con Inmunoglobulina tetánica (suero antitetánico) por vía intramuscular y antibióticos específico.
Terapias alternativas
Existen alternativas a la vacunación del tétanos, especialmente en la homeopatía (con los Nosodes). Los Nosodes son preparados biológicos a partir de excreciones, tejidos patológicos o microorganismos que actúan como tratamiento y prevención.
Otros remedios para el tétanos son:
- Tomar una infusión de equinácea una vez al día durante un mes.
- Aplicar sobre la herida un algodón empapado en aceite de castor, limpiar bien y vendar. Este aceite puede eliminar los agentes infecciosos.
- Consumir vitamina C y vitamina E reforzará el sistema inmune.
- En cualquier caso el primer tratamiento, en caso de corte o herida, es lavar cuidadosamente la zona con agua y jabón y no tapar.
Las vacunas son necesarias, no cabe duda de ello, pero también es cierto que no en todos los casos. Por otra parte, las vacunas comportan un cierto riesgo para la salud.
NOTA IMPORTANTE: Estos remedios son complementarios al tratamiento médico y lo que nos ofrecen es un fortalecimiento del sistema inmunológico.
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