
Síndrome del colon irritable
El colon irritable es un «Síndrome del Intestino Irritable» (SII). Es una inflamación en la última parte del sistema digestivo encargada de extraer el agua y sal de las heces antes de eliminarlas del cuerpo.
El síndrome del colon irritable se caracteriza por una serie de síntomas o molestias como alternancia del estreñimiento y diarrea, espasmos intestinales, hinchazón, nauseas y flatulencias. La dieta, la tendencia genética y el estrés son algunos de los factores más determinantes.
Presenta un cuadro crónico y reiterativo con unos síntomas que se presentan, entre otros, con molestias o dolores a nivel intestinal y problemas de irregularidades digestivas.
¿Qué lo causa?
El colon irritable es una enfermedad básicamente idiopática. Es decir, que se desconoce cuál es la causa de la misma aunque hay algunas pistas al respecto. Pero sus síntomas se presentan sin que se encuentre alteración fisiológica, química, ni infecciosa que lo causen. Además, no hay un mecanismo único que revele por qué las personas con colon irritable padecen estos síntomas.
Aunque, como decíamos, básicamente las cusas son desconocidas porque hay una coincidencia en las crisis. Son alteraciones del movimiento intestinal y/o de la sensibilidad digestiva, derivadas de factores psicológicos.
También puede haber una mayor sensibilidad a padecer colon irritable si se han tenido: Intolerancias alimentarias, gastroenteritis, factores genéticos y alteraciones hormonales.
Síntomas del colon irritable
Los síntomas del colon irritable más comunes son:
- Dolores y espasmos en el vientre que se alivian tras evacuar.
- Hinchazón de la barriga por gases.
- Estreñimiento.
- Diarrea.
- Pasar de el estreñimiento a la diarrea o viceversa.
- Fuerte necesidad de defecar.
- Sensación de necesitar evacuar aunque acabe de hacerlo.
- Heces con mucosidad.
- En algunos casos también síntomas de dolor lumbar.
Debemos advertir que los síntomas no son iguales en todas las personas, pudiendo en algunos casos no ser fuertes y en otros afectar bastante su vida cotidiana y también se puede tener toda esta sintomatología o sólo algunas de ellas.
Nutrición en el síndrome del colon irritable
Respecto a la dieta hemos de ir descartando alimentos ya que suele haber una especie de alergia a determinados alimentos. Por ejemplo durante unos días eliminar todos los lácteos de la dieta y observar que ocurre. Si no mejoramos, continuamos eliminando otro grupo de alimentos como el trigo, la cebada y el centeno.
Así podremos ver si digerimos bien el gluten o no. Es una labor un poco laboriosa pero un buen consejo es anotar durante varias semanas todo lo que comemos y como nos hemos sentido a lo largo del día. Al final de varias semanas seguro que ya podemos sacar algunas conclusiones respecto a que alimentos nos van bien o no y la relación entre colon irritable y determinadas situaciones.
Respecto a la conveniencia de tomar alimentos ricos en fibra o no hay casos para todos los gustos. Algunas personas mejoran al tomar más fibra en su dieta y otras muchas, en cambio empeoran. Como norma aconsejamos que si se quiere aportar más fibra que no sea la del trigo. Es mejor la de la avena, verduras, Psillium y frutas.
De entrada los alimentos crudos suelen tolerarse peor que los cocinados.
Por supuesto hay que eliminar todas aquellas bebidas que contienen gas y acostumbrarnos a beber sólo agua en las comidas.
Uno de los detalles más importantes es hacer cinco comidas al día. Hay que desayunar, comer a medio día y cenar. A media mañana y media tarde tomar un tentempié como unas galletas, una compota de manzana o unos frutos secos crudos.
Está comprobado que pasar demasiadas horas sin comer nos aumenta los niveles de insulina y debilita nuestra capacidad digestiva.
Comer poco a poco, masticando y ensalivando los alimentos. La digestión comienza en la boca. No hace falta decir que el hecho de comer de pie está totalmente desaconsejado.
En general es mejor suprimir la leche de vaca y pasarnos a la vegetal (soya, almendra, avena, arroz, avellanas, etc.) aunque los yogures y especialmente el kéfir se toleran mucho mejor.
¿Existe un tratamiento?
El tratamiento del colon irritable básicamente trata de aliviar los síntomas, disminuir y minimizar las crisis, ya que al ser de causa desconocida no hay un tratamiento para su cura.
Aunque como suele haber una asociación con las crisis y los estados de estrés, depresión, nerviosismo, ansiedad, etc. se intenta que las personas eviten entrar en estas dinámicas.
Existen una serie de fármacos para aliviar los síntomas del colon irritable, tales como estreñimiento, diarreas, gases, espasmos, etc. aplicables a cada persona en función de sus necesidades, debido a la disparidad en la sintomatología.
También hay tratamientos naturales para estos síntomas en el campo de la fitoterapia, la nutrición y diferentes terapias alternativas para combatir los desajustes emocionales que pueden causar los síntomas del colon irritable.
Fitoterapia para el síndrome del colon irritable
- La fibra de Cáscara de Psillium ayuda a limpiar los intestinos gracias a su fibra soluble e insoluble. Como forma una especie de gel tiende a aliviar tanto la diarrea como el estreñimiento ya que estos mucílagos absorben agua y reducen el efecto irritante de los alergenos y ácidos que se asocian normalmente con el síndrome del colon irritable.
- La Manzanilla (Matricaria chamomilla) suele ser de gran ayuda ya que reduce los espasmos gastrointestinales debido a sus propiedades relajantes del sistema nervioso y tonificante de los procesos digestivos.
- El jengibre suele aliviar la mayoría de problemas gastrointestinales. Se puede tomar en infusión o como aderezo en las comidas.
- Una buena tisana después de las comidas podría constar de Melisa, Manzanilla y Anís verde. Es digestiva, relajante y carminativa (favorece la expulsión de los gases)
Otros consejos
La relajación siempre es vital en los casos del síndrome del colon irritable ya que el estrés es, quizás, la causa más determinante. Hay que intentar relajarnos aunque sea unos minutos después de las comidas. Cualquier técnica relajante (Shiatsu, masaje, Reiki, método Silva, etc.) siempre será bienvenida.
Tomar vitaminas del grupo B (consultar al especialista la dosis) ayuda a tolerar mejor el estrés y esto es vital ya que suele estar detrás de la mayoría de problemas digestivos.
La toma de enzimas digestivos y «flora intestinal» (Lactobacillus acidophilus, Bífidus, etc.) antes de las comidas suele ser de gran ayuda ya que colaboran en la digestión y en el equilibrio de la flora intestinal. Hemos de tener en cuenta que las bacterias perjudiciales que a menudo anidan en nuestros intestinos pueden favorecer o agravar el síndrome del colon irritable.