
Salutogénesis: origen y de qué trata
El término “salutogénesis” es un término acuñado por el doctor en sociología Aaron Antonovsky (1923-1994) a finales de 1970. Deriva de salus (del latín salud) y genesis (del griego origen), y tiene la intención de recuperar la visión integral de la persona como ser físico, mental y espiritual, así como su papel activo y responsable en cuanto a su salud y su calidad de vida.
Antonovsky, en una de sus investigaciones empíricas más importantes, estudió a mujeres de la Europa central, de las cuales algunas de ellas habían sido víctimas de campos de concentración. Éstas mostraban más signos de enfermedad en comparación con las que no habían vivido esa experiencia traumática, pero aun así un porcentaje elevado de ellas gozaban de buena salud mental.
Para el cambio de perspectiva fueron claves 3 preguntas que luego serían la fundación de su teoría:
- ¿Por qué se mantienen saludables las personas a pesar de estar expuestas a tantas influencias negativas?
- ¿Cómo nos recuperamos de las enfermedades?
- ¿Qué tienen de especial las personas que no enferman a pesar de la presión más extrema?
Se dio cuenta de que aquellas personas que tenían un sentido vital en la vida, un «por qué» luchar o existir, eran capaces de aguantar grandes presiones sin enfermar.
Su contribución principal fue hacerse la pregunta “¿qué crea salud?”, así como la búsqueda de su origen. Por lo tanto, la salutogénesis nació en contraposición a la patogénesis, la cual se centra en la búsqueda del origen de las enfermedades y el conocimiento en sí de éstas, como se lleva haciendo durante cientos de años.
No hay que restarle importancia a la patogénesis, puesto que ha sido vital para el desarrollo de la medicina, pero ahora ha llegado el momento también de centrarnos en conocer los factores de salud y potenciarlos. El modelo salutogénico entiende que salud y enfermedad son un continuo, en vez de excluyentes.
Gestión del estrés y salud
La salutogénesis estudia la relación entre salud, estrés y afrontamiento de ambos. En la vida de todas las personas habrá más o menos estrés, pero según el individuo hay más o menos capacidad de sobrevivir, adaptarse y superarlo. Es decir, se centra en la importancia de cómo gestiono lo que me pasa, el estrés y las situaciones adversas.
Esto depende de dos conceptos:
- SOC (Sentido de coherencia). Disposición personal a valorar los acontecimientos como comprensibles, manejables y llenos de significado. Es la capacidad de recibir y valorar las experiencias para actuar de manera constructiva y comprender que tienen sentido. Es al mismo tiempo un sentimiento y una visión del mundo que impacta positivamente en nuestra salud. Por ejemplo: no enfadarse cuando llueve, ya que es necesario para que las plantas puedan crecer tranquilamente, limpiar el aire de toxinas, etc.
- GRR (Recursos generalizados de resistencia). Elementos y recursos protectores, factores biológicos, materiales y psicosociales que hacen la vida más fácil a las personas, ayudan a percibirla como coherente, estructurada y comprensible. Lo más importante es la capacidad de utilizarlos y no generar dependencia hacia ellos. Por ejemplo: el apoyo familiar, un empleo, paseos por la montaña, etc.
El foco principal de la salutogénesis es generar salud, pero entendiendo que cada uno tiene la capacidad de reconocer y utilizar sus recursos para mejorar su salud y calidad de vida, encontrándole un sentido vital único. La experiencia del individuo hace aumentar progresivamente los recursos que conoce para afrontar la vida y sus obstáculos.
Por ejemplo: la autoestima, el optimismo, el apoyo familiar y otros son beneficiosos a la hora de hacer frente a las adversidades. Por este motivo, cada uno evoluciona de manera diferente ante situaciones negativas. Aquellos que tengan más desarrollados el SOC y los GRR tendrán más facilidad para adaptarse y tener salud que los que no lo trabajan.
Salutogénesis y promoción de la salud
Todo esto supone un cambio de paradigma en lo a que medicina se refiere (y a sus profesionales), ya que se defiende la educación y la promoción de la salud, la cual consiste en que las personas tengan un papel más activo y responsable de su salud, donde puedan tomar decisiones bien fundamentadas gracias a los profesionales, que informen individual y colectivamente en cuestiones de salud, proporcionando consejos y herramientas.
Si nos referimos estrictamente a promoción de la salud, abarca más allá del sector sanitario, donde la salud se entendería como un derecho humano a conseguir a través de la coordinación de toda la sociedad. Esto supondría la creación o facilitación de condiciones previas necesarias para tener una vida saludable, así como la mejora de la percepción de salud, bienestar y calidad de vida.
Conclusión
Desde que la teoría de la salutogénesis empezó a formularse, se ha trabajado mucho en ellas, tanto a nivel teórico como progresivamente a nivel práctico, y esperemos que cada vez ocupe más espacio en las políticas en salud pública. Cada día se da más énfasis al impacto de los hábitos de vida, consejos para la gestión del estrés, cómo potenciar nuestra salud, etc.
Sin duda, el nacimiento de la salutogénesis marcó un antes y un después en la perspectiva de la medicina, en la que se permite analizar e intervenir desde la perspectiva del desarrollo positivo y de los recursos con los que la persona y sus circunstancias cuentan. Ver los resultados de la aplicación de este nuevo enfoque en salud pública sería muy alentador, puesto que significaría entrar en un nivel superior en la mejora de calidad de vida de los ciudadanos y prevención de las enfermedades.