
Hace más de cien años que René Quinton descubrió al mundo los beneficios que tenía el agua de mar sobre las personas, tratando multitud de dolencias y sobretodo previniendo la aparición de enfermedades.
Las investigaciones indican que el efecto positivo del agua de mar es aplicable, también, al mundo del deporte y de los deportistas, ofreciéndoles todo lo necesario para que su rendimiento sea óptimo y sus recuperaciones lo más cortas posibles.
Relación entre un mayor rendimiento deportivo y agua de mar
Parece ser que los deportistas que incluyen agua de mar con regularidad en su dieta, tienen una recuperación muscular más rápida, la fatiga durante la práctica del ejercicio es menor, tienen más vitalidad… Pero, ¿a qué se deben estos hechos?
Bien, esa rápida recuperación, esa mayor resistencia durante el ejercicio, se deben a la composición del agua de mar. El agua de mar contiene todos los elementos de la tabla periódica, es el agua con mayor número de minerales que podrás encontrar y su composición es casi idéntica a la del líquido intersticial (ese líquido que baña las células proviniéndolas de nutrientes y eliminando sus deshechos).
Volviendo al rendimiento deportivo y el agua de mar, se ha comprobado en aquellos la toman que los niveles de sodio, bicarbonato y glucosa se han modificado de forma positiva lo cual explica es mayor velocidad de recuperación.
¿Qué beneficio tienen estas variaciones?
Durante la práctica deportiva se pierden gran cantidad de minerales a través del sudor y, en deportistas profesionales, se describen cada vez más casos de hiponatremia (es el trastorno hidroelectrolítico definido como una concentración de sodio en sangre por debajo de 135 mmol/L).
El agua de mar evita una desmineralización a través del sudor debido a la gran cantidad de minerales que contiene y que el deportista puede utilizar para evitar su pérdida, mejorando su resistencia y su recuperación muscular. En concreto el sodio evita la deshidratación intracelular al mismo tiempo que consigue una mayor disponibilidad de la glucosa para los músculos.
En cuanto a la mayor concentración de bicarbonato, esto nos indica la alcalinización de nuestro organismo. Al ser nuestro interior menos ácido, prevenimos lesiones musculares y calambres.
Por todo esto parece ser que rendimiento deportivo y agua de mar van cogidos de la mano y todos aquellos que practicamos deporte deberíamos tenerlo en cuenta para poder prevenir lesiones y mejorar nuestros resultados.
¿Cómo beberla en el día a día?
El agua de mar puede tomarse de dos formas, isotónica e hipertónica:
La isotónica es aquella cuya salinidad ha sido rebajada de los 36g/l que tiene el mar a los 9g/l que tienen los líquidos del cuerpo humano, es decir, el agua de mar isotónica es aquella que tiene la misma salinidad que nuestro medio interno. De esta forma podríamos tomarla, en pequeños vasos durante el día, en la cantidad de 1/2l al día. Si hacemos deporte podemos llevarla con nosotros como llevaríamos cualquier bebida isotónica ya que esta es la ideal al contener los minerales adecuados en la cantidad adecuada para el organismo de las personas.
Si por el contrario no rebajamos la salinidad del agua, nos encontramos con agua de mar hipertónica, es decir, su salinidad es mayor que la de nuestro medio interno. Tiene varios usos: se puede utilizar como colutorio bucal para mantener la boca sana y limpiarla de infecciones, también puede ser utilizada como dentífrico y debido a su efecto purgante y laxante puede ser utilizada para realizar limpiezas intestinales.
Los deportistas también pueden utilizarla para reponer sales minerales durante la práctica deportiva bebiendo pequeños sorbos durante el entrenamiento y al acabar. Debe ser tomada con mucha precaución para evitar los efectos laxantes que puede conllevar el beber demasiada o muy de golpe.
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