Cómo recalentar la comida, y que quede como recién hecha

Te ofrecemos unos interesantes consejos para saber cómo descongelar y cómo recalentar la comida sin que los alimentos pierdan sus propiedades nutritivas.

Cómo recalentar la comida, y que quede como recién hecha
Beta Vulgaris
Integradora social, estudiante de último curso de dietética. Me entusiasma todo lo relacionado con la educación alimentaria y los hábitos saludables. Mi mantra es: vivir, beber, comer y querer. ¿Hay algo más nutritivo que esto?

Recalentar los alimentos

Prepararse comida para varios días tiene ciertas ventajas. Nos ayuda a planificar nuestra dieta y al mismo tiempo a no improvisar, asegurándonos así de comer platos más elaborados y saludables. Tener una previsión de aquellos alimentos que vamos a consumir a lo largo de la semana, también promueven una mejora de la economía doméstica.

Tener platos de comida preparada en la nevera es una opción genial para momentos en los que vamos atareados y estresados, evitando así, sucumbir a alimentos rápidos y de alto valor calórico y lipídico.

Indicaciones a tener en cuenta a la hora de recalentar la comida

Este sistema cuenta con ciertas desventajas, como la pérdida y/o cambio en la textura, sabor y color de los alimentos cuando los recalentamos. Para minimizar estos inconvenientes, te indicamos algunas pautas sobre cómo recalentar los alimentos para minimizar al máximo las pérdidas de sus propiedades nutritivas y organolépticas.

La contaminación microbiológica

Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de recalentar la comida, es la seguridad y el control alimentario. Los procesos de frío (refrigerar y congelar) y calor (hervir, hornear, etc.) son muy importantes para conservar la comida y así prevenir la proliferación de microorganismos como la Listeria monocytogenes o la Salmonella shigella. Las bacterias y hongos patógenos proliferan a temperaturas templadas.

Cómo conservar en el frigorífico los alimentos una vez preparados

Siempre que preparemos algún alimento en caliente, como puede ser una sopa o un estofado de legumbres, tenemos que esperar a que se enfríe a temperatura ambiente  y refrigerar o congelar rápidamente una vez el alimento esté templado, para así, no interrumpir el ciclo de frío de la comida que que ya está en la nevera o el congelador. Mientras esperamos que la comida baje de temperatura después de cocinarla, es muy IMPORTANTE que el recipiente en el que están los alimentos permanezca tapado. De esta manera evitamos que entren agentes contaminantes como microorganismos, insectos, suciedad, etc. Al mismo tiempo que evitamos que se pierda humedad.

Cómo descongelar la comida

Para recuperar y consumir de nuevo nuestro plato pre-cocinado tenemos que tener en cuenta que todos los procesos de manipulación física o química van a alterar su propiedades, es decir, la temperatura, el aire, los condimentos, etc. Si el alimento ha estado muchas semanas en el congelador, es posible que se hayan creado cristales de hielo que hayan deteriorado las características de la comida. Por lo que es recomendable congelar para consumir en los días siguientes. A la hora de descongelar lo mejor es hacerlo en el frigorífico para no romper la cadena de frío. Una vez descongelado en la nevera ya podemos recalentar los alimentos.

Cómo recalentar la comida

A la hora de calentar, hay que tener presente que si nos pasamos de calor, llevándolo de nuevo a una ebullición excesiva o quemándolo, no solo se perderán las vitaminas de los vegetales, también cambiará la textura, color, olor y sabor del alimento. Entonces, ¿cómo recalentar los alimentos sin que estos pierdan sus propiedades nutritivas y organolépticas?.

  • Unos minutos de horno es seguramente la mejor opción. Mantiene las texturas y sabores sobretodo en carnes, pescados y verduras que no estén condimentadas con grandes dosis de salsas.
  • El fuego o la vitrocerámica es una buena alternativa para platos de cuchara como sopas, estofados, cremas, etc. Es preciso llevar al punto de ebullición para asegurarnos la destrucción de gérmenes. También es buena elección para arroces y pastas condimentadas.
  • El microondas. Aunque es es método menos recomendado en comparación a los anteriormente descritos, en él, quedan bien alimentos como las verduras hervidas o las tortillas. Las mantiene húmedas y jugosas. En el microondas siempre deberíamos usar cristal o cerámica y evitar los materiales más porosos, como el plástico, que desprenden partículas tóxicas a la hora de recalentar los alimentos.

Una vez hemos recalentado la comida NO HAY QUE RECALENTARLA más veces. Ya que el riesgo de contaminación microbiana se multiplica y la pérdida de propiedades nutritivas cada vez que enfriamos y calentamos de nuevo es considerable. Por ello, es importante calcular bien las raciones que vamos a consumir para malgastar el mínimo de comida posible.

Valoración

5/5 - (4 votos)


Anterior artículo »
Siguiente artículo »