Como conseguir unos rebozados crujientes

Como conseguir rebozados crujientes puede parecer, de entrada, un atarea muy sencilla pero, la verdad, es que no todo el mundo sabe como hacerlo.

Como conseguir unos rebozados crujientes
Lali Domènech
Creación y redacción de recetas, cocina y estilismo para fotografías en el campo de la publicidad, en el mundo editorial y publicaciones digitales.

El rebozado

El rebozado es una técnica muy útil en la cocción de alimentos de textura delicada, evitando que se deterioren. Durante dicha cocción el rebozado se endurece y protege el alimento haciéndolo muy jugoso.

En este artículo os explicaremos algunos de los trucos más eficaces para conseguir rebozados crujientes y doraditos.

Trucos para lograr rebozados crujientes

Lo primero que debemos tener en cuenta es que para conseguir rebozados crujientes el aceite que se utilice en la fritura debe ser abundante y estar caliente antes de sumergir el alimento rebozado. Para obtener rebozados crujientes, dorados y conseguir que los alimentos que hay en el interior se mantengan jugosos, se recomienda que la temperatura del aceite sea superior a 180º C. Cuidado de que no humee demasiado.

Si rebozamos solo con harina y queremos evitar que se apelmace, formando un rebozado irregular y con grumos, es preciso secar previamente el alimento que vayamos a enharinar.

Enharinar alimentos pequeños es complicado y difícil. Pero, podemos solucionarlo vertiendo una cantidad de harina dentro de una bolsa. A continuación se introducen los alimentos, se cierra la bolsa y después de sacudirla suavemente, rápidamente los pasamos a la fritura. De esta forma el rebozado será regular y los alimentos no se pegaran unos con otros.

Una técnica tradicional consiste en pasar la pieza que vayamos a rebozar primero por harina, formando una capa seca y luego rápidamente por huevo y si se quiere por pan rallado, sésamo, etc… La harina hace de secante y el huevo aglutina la harina y evita que el aceite empape el alimento y pueda deteriorarlo.

Es imprescindible rebozar el producto uno a uno y freírlo a medida que lo vayamos rebozando. Si acumulamos demasiadas piezas rebozadas se apelmazarán al humedecerse y el rebozado no quedará crujiente.

En algunos casos puede utilizarse una mezcla de harina con agua fría. Pero deberemos prepararla justo en el momento en que vayamos a rebozar y a freír, evitando de esta forma que la proteína se disuelva.

Las harinas de arroz o maíz e incluso el almidón son harinas bajas en proteínas y utilizándolas se consigue un rebozado más crujiente.

Conclusión

En cualquiera de los casos si queremos conseguir rebozados crujientes debemos evitar que los rebozados adquieran humedad y el aceite deberá ser abundante y muy caliente. Deberá consumirse inmediatamente para no dar tiempo a que se ablande el rebozado.

¿Sabías que…?

La pieza rebozada tendrá que ponerse a escurrir sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

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