
La columna vertebral de los seres humanos tiene varias funciones pero sin duda una de las más importantes es la de cubrir y proteger a la medula espinal que lleva la información que el cerebro envía al resto del cuerpo.
Para mandar está información a los diferentes lugares de nuestro cuerpo la medula tiene pequeñas salientes conocidas como raíces nerviosas vertebrales, que pasan por los espacios laterales que quedan entre una vértebra y la siguiente, conocidos como forámenes intervertebrales.
¿Qué ocurre cuando una vértebra «se sale de su lugar»?
En ocasiones las vertebras pierden su alineación con la vertebra de arriba, con la de abajo o con ambas, lo cual produce que una raíz del nervio sea pellizcada o en algunos casos solamente irritada, condición conocida como subluxación vertebral.
Esto provoca que la señal que debería de mandar ese nervio a cierto órgano, musculo, célula etc. llegue con menor intensidad o en ocasiones simplemente no llegue, lo cual provoca que nuestro cuerpo no trabaje al 100% de su capacidad.
Relación concreta entre las raíces nerviosas, vértebras y órganos
Cada nervio tiene un origen, el cual es al nivel de la columna del cual proviene, pero también tiene un destino específico.
Existen: nervios cervicales = C, nervios torácicos o dorsales= T y nervios lumbares = L.
Nervios cervicales: dónde y cómo nos afectan
Conozcamos las raíces nerviosas cervicales:
- C1: posiblemente la raíz nerviosa con mas funciones. Se dirige o inerva a las arterias que irrigan el cerebro, la glándula pituitaria, ciertos nervios de la cara, el oído interno y medio etc. Su compresión o irritación puede provocar dolores de cabeza o migraña, hipertensión, amnesia, mareos, fatiga crónica así como resfríos.
- C2: inerva el nervio óptico y auditivo, la lengua, la frente y los mastoides. Puede provocar, sinusitis, alergias y dolor de oídos.
- C3: inerva el oído externo, los dientes, el nervio trifacial y los huesos de la cara, puede provocar neuralgia o neuritis, acné, o eczema.
- C4: se dirige a la nariz, labios, boca y trompa de Eustaquio. Y puede provocar fiebre de heno, catarro, pérdida de audición, y adenoides.
- C5: cuerdas vocales y faringe, puede producir ronquera e irritación de la garganta.
- C6: inerva los músculos del los hombros y el cuello así como las amígdalas. Puede causar dolor en la parte superior de los brazos, cuello rígido, amigdalitis y tosferina.
- C7: inerva la glándula tiroides y paratiroides así como la bursa en hombros y codos. Llega a provocar resfríos, bursitis así como problemas de la tiroides.
Nervios torácicos o dorsales
Estas son las raíces nerviosas dorsales:
- T1: inerva brazo hasta la mano y esófago. Provoca tos, asma, falta de aire así como dolor en brazo, codo, mano y muñeca.
- T2: inerva al corazón. Puede provocar padecimientos en el corazón, principalmente en las válvulas.
- T3: este nervio se dirige principalmente a los pulmones así que en algunos casos es el responsable de afecciones como son la bronquitis, neumonía, influenza etc.
- T4: inerva la vesícula biliar y el ducto común. Su efecto podría ser, padecimientos de la vesícula, ictericia y herpes.
- T5: inerva al hígado, el plexo solar (la sangre). Puede causar problemas de hígado, fiebre, presión baja, anemia, mala circulación y artritis.
- T6: nervio principal en la inervación del estomago. Causa dolores estomacales, indigestión y acidez, entre otras afecciones.
- T7: inerva al páncreas y al duodeno y podría provocar ulceras y gastritis.
- T8: inerva el bazo y puede provocar poca resistencia.
- T9: inerva a las glándulas renales y suprarrenales. Podría causar alergias y urticarias.
- T 10 y 11: inervan el riñón y pueden causar padecimientos de la piel, y fatiga crónica.
- T 12: inerva, junto a la T12 el intestino delgado y el grueso. Llegan a causar estreñimiento, colitis, diarrea, gases y cierto tipo de esterilidad.
Nervios lumbares
Y por último las raíces nerviosas lumbares:
- L1: Al igual que la T 12 inervan el intestino delgado y el grueso. Llegan a causar estreñimiento, colitis, diarrea, gases y cierto tipo de esterilidad.
- L2: Inerva el apéndice, abdomen y pierna superior. Puede provocar calambres, problemas digestivos y venas varicosas.
- L3: inerva los órganos sexuales, útero, vejiga y rodilla, y su compresión podría provocar problemas de la menstruación, abortos, impotencia, incontinencia entre otros problemas.
- L4: inerva la glándula prostática, músculos del dorso inferior y el nervio ciático. Puede provocar ciática, lumbago y diversos problemas en la próstata.
- L5: afecta a tobillos y pies. Puede provocar pies fríos, calambres, tobillos hinchados, etc.
¿Qué podemos hacer para corregir mejorar nuestra salud?
La tarea del quiropráctico es la de detectar, por medio de un examen físico y en ciertas ocasiones radiografías, las subluxaciones vertebrales que causan la compresión de estos nervios, y por medio de ajustes vertebrales corregir la desalineación de esa vertebra especifica.
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