
Qué es la Terapia Craneosacral o Sacrocraneal
Las dos son terminologías utilizadas y ambas son válidas. Este sistema manipulativo está en la actualidad contemplado dentro de la formación en osteopatía pudiendo ser estudiado como terapia única por sus contenidos tanto explorativos como reguladores de multitud de funciones corporales, orgánicas y del sistema nervioso.
Datos fisiológicos
La terapia craneosacral tiene su razón de ser en la circulación del líquido cefalorraquídeo contenido entre el cráneo y la columna vertebral completa (entre la aracnoides y la piamadre), que junto con la duramadre conforman las tres capas de la meninge.
Tiene funciones como el recubrimiento de protección, proporciona fluidez a la totalidad del sistema nervioso, regulación de presión intracraneal y transporte de nutrientes. Hay funciones todavía hoy desconocidas.
Es un líquido transparente y el sistema puede contener 125 y 150 ml a temperatura y presión estables, pero es auto-regenerable y el sistema genera 500 ml diarios de este «oro líquido» lo que significa que es renovado 4 veces al día en su totalidad.
Su circulación trascurre por el circuito desde el envoltorio de la masa cerebral y el cráneo hasta la terminación sacra, a razón de entre 6 y 14 pulsaciones por minuto. Este dato está por determinar con exactitud y tiene variaciones circunstanciales adaptativas, de volumen, morfología, edad, sexo, genotipo…
Técnica y origen de la Terapia Craneosacral
Es una técnica donde la sensibilidad y sutileza del terapeuta imperan en la correcta ejecución para equilibrar este complejo sistema de líquido contenido en todo el perímetro del Sistema Cerebro-Medular.
La cuna de la terapia craneosacral la encontramos en EE.UU y su descubridor William Sutherland (1873-1954) que basa todos sus estudios, tras consagrarse como osteópata por el propio Still (1898-1900), en las «suturas» óseas craneales, haciendo una llamada a que la «fuerza vital interna es capaz de modificar parámetros de estas suturas con pequeñas ayudas, antes de aplicar una fuerza ciega desde el exterior».
La terapia craneosacral o sacrocraneal consiste por tanto en sutiles «pases» reguladores del flujo de dicho líquido por sus canales naturales restableciéndolo de posibles estenosis, obstáculos, en definitiva alteraciones en su libre circulación que producirían alteraciones en el plano físico, emocional, de desarrollo, funcional de todos los aparatos desde endocrino, circulatorio, digestivo… y por supuesto todo el sistema nervioso.
Estas alteraciones son en su mayoría reconducibles y vienen de traumatismos, tensiones, cirugías de columna, algunas enfermedades… Y se mantiene que una vez se ayuda a este restablecimiento circulatorio bloqueado, el organismo se torna auto-regenerable y auto-curable que es su estado natural.
Indicaciones de la Terapia Craneosacral
Un masaje suave sobre las piezas craneales obra modificaciones micrométricas capaces de tornar este flujo a unos parámetros más compatibles con la salud y bienestar.
Son los bebés, al estar estas suturas en proceso de crecimiento y cierre, los que con más facilidad se les puede practicar esta terapia con excepcionales resultados. Pero no dejan de asistir a las consultas personas adultas con problemas de ansiedad por estrés, problemas físicos, articulares, procesos degenerativos… que se pueden aplicar con éxito en sus dolencias autorregulando así su salud.