
De qué planta hablamos
El kalanchoe es un género de arbustos o herbáceas perennes, pertenecientes a la familia Crassulaceae, formada por más de cien especies, originaria de Madagascar. En este artículo vamos a conocer las propiedades del kalanchoe y como podemos hacer uso de ellas.
Su uso con fines terapéuticos es muy frecuente en los países de América Latina, Asia y África. Es una planta tropical, invasiva y resistente, que se adapta muy bien al ambiente y sobrevive sin apenas tener que regarla.
Su nombre proviene del chino «kalan-chowi», que significa «que cae y se desarrolla». De todas las especies que forman el género de los kalanchoe, hay tres que destacan por ser las más utilizadas con fines terapéuticos: La kalanchoe pinnata (Bryophyllum pinnatum), la kalanchoe daigremontiana (Bruophyllum daigremontianum) y la kalanchoe gastonis-bonnieri (Bryophyllum gastonis-bonnieri).
Propiedades del Kalanchoe
Es una planta de amplio espectro de acción. Esto significa que actúa de forma global en todo el cuerpo, por lo que se utiliza para tratar varias enfermedades y dolencias.
Las muchas propiedades del kalanchoe la hacen aconsejable para tratar:
- Heridas profundas y gangrenadas.
- Infecciones y quemaduras.
- Inflamaciones.
- Hipertensión.
- Diarrea.
- Piedras en el riñón.
- Tumores y abscesos (acumulaciones de pus).
- Reumatismo.
- Enfermedades y problemas mentales como el miedo, la esquizofrenia o crisis de pánico.
Además ayuda a sanar y a reparar los daños celulares que pueda haber en el cuerpo, como en el caso del cáncer. Algunos estudios destacan, entre las propiedades del kalanchoe, su capacidad para detener la propagación del cáncer y para renovar las células cancerosas.
Usos del kalanchoe
La parte utilizada con fines terapéuticos es la hoja de la planta, que tiene un sabor ligeramente ácido. Se puede usar tanto de manera externa como interna. De manera externa, se suelen machacar las hojas y aplastarlas para preparar cataplamas o se mezcla el jugo de las hojas con aceite y se aplica como un ungüento. Es muy útil como antiinflamatorio, antihemorrágico, astringente y cicatrizante.
En algunos países de América del Sur, la variedad kalanchoe pinnata, se ha usado tradicionalmente para tratar úlceras, picaduras de insectos, heridas, golpes y otras alteraciones de la piel. En la India, es utilizada para tratar enfermedades hepáticas.
Algunos laboratorios están estudiando su uso como antihistamínico, antiinflamatorio, antidiabético, antiálgico, antiulceroso y anticancerígeno.
Pero también podemos ingerir las hojas del kalanchoe directamente frescas, en una ensalada, tomar su jugo fresco mezclado con agua, o usar las hojas desecadas para hacer una infusión. Esta es la manera habitual de tomarla en casos como el cáncer. La dosis diaria recomendada es de unos 30 gramos al día de la hoja fresca (una cucharada por infusión), lo que representaría tomar tres infusiones al día.
Contraindicaciones y precauciones
Como hemos dicho anteriormente, la dosis recomendada es de 30 gramos al día de la hoja fresca. Los estudios clínicos que se han realizado sobre la planta kalanchoe han demostrado que una dosis superior puede ser tóxica para el organismo humano.
No debe tomarse durante el embarazo, ya que reduce las contracciones del útero.
Las personas que padezcan algún tipo de cardiopatía deben consultar al médico sobre la conveniencia o no de tomar esta planta, ya que contiene un compuesto químico, los bufadienólidos, que actúa como cardiotónico, estimulando la actividad cardíaca.
Precisamente este compuesto químico, los bufadienólidos, es el responsable según los últimos estudios que se han realizado sobre los efectos del kalanchoe en la salud, de su actividad antitumoral, ya que tienen actividad citotóxica ante diferentes células cancerígenas.
Una «mala hierba» muy beneficiosa
Según el agricultor catalán Josep Pàmies, el kalanchoe podría considerarse una «mala hierba», debido a su gran resistencia y capacidad de multiplicación, pero son precisamente estas características las que la convierten en una planta fuerte y capaz de vencer a las células cancerígenas, agresivas e invasoras, que se multiplican sin control.