Peleas de perros, ¿hasta cuando?

La historia de las peleas de perros se remonta a la antigüedad pero a día de hoy resulta increíble que todavía sigan organizándose y se disfrute con este espectáculo. ¿Quiénes son los animales?

Peleas de perros, ¿hasta cuando?
Elia Arcas
Escribir me obliga a aprender, a investigar y a conocer gran cantidad de temas relacionados con la salud y con un sistema de vida responsable y respetuoso.

Historia de las peleas de perros

Las peleas de perros no es un invento del hombre moderno, pues la costumbre de hacer pelear a los animales se pierde en la historia de los tiempos.

Los griegos y los romanos organizaban peleas entre animales y, por supuesto, entre estos animales también se encontraban los perros.
Se elegían los animales más fuertes y con gran instinto de supervivencia para que lucharan.

Los perros se iban cruzando hasta conseguir especímenes con unas determinadas características que sirvieran a los propósitos de estos individuos.
Por desgracia, aunque hemos mejorado en muchos aspectos, todavía somos capaces de organizar cruentas peleas, casi siempre a muerte, entre perros.

Peleas de perros en la actualidad

Son pocos los países en los que las peleas de perros están permitidas pero esto no es un obstáculo para sus organizadores, porque este tipo de espectáculos se siguen organizando ya que existe una gran actividad económica a su alrededor, derivada del comercio de los animales y de las apuestas que se  efectúan durante las peleas.

En algunos países los organizadores y promotores de las peleas de perros, si son detenidos, pueden sufrir penas de cárcel, en otros, como es el caso de España, este tipo de delito solo está considerado como falta por lo que se resuelve poniendo una multa a los culpables.

Desgraciadamente aquellos que se lucran con este negocio y aquellos que disfrutan con este triste y aberrante espectáculo siguen saltándose la ley y lanzando a los perros a un enfrentamiento que, en muchas ocasiones, les cuesta la vida.

¿Cómo viven los perros destinados a pelear?

Se trata de convertir un animal noble y amigable en una máquina de matar.
Los perros elegidos son entrenados desde cachorros con un único fin: ser el más fiero. Para ello son maltratados, golpeados, mal alimentados e incluso drogados para que su carácter se vuelva agresivo.

Se usan técnicas de entrenamiento de lo más salvajes para conseguir fortalecer todos los músculos del animal y conseguir que desaparezcan sus instintos nobles.

Perros pequeños, gatos y otros animales, normalmente robados, son utilizados como sparrings para que el perro luchador, al que se le ha castigado e incluso privado de alimento, desarrolle todos sus instintos asesinos.

La vida de estos perros no es larga y como hemos visto tampoco es muy placentera pues para conseguir que se conviertan en auténticos monstruos son realmente maltratados.

¿Qué ocurre con el perro perdedor?

Cuando se produce la pelea, que puede durar una hora o más, el perdedor suele ser sacrificado sin muchos miramientos y en ocasiones puede, incluso, ser enterrado vivo.

El ganador curará sus heridas y se le preparará para la próxima pelea.
Ni ganadores ni vencidos tienen una vida larga ni por supuesto una muerte dulce.

Esto es, contado muy suavemente, lo que algunos de los llamados «animales racionales» son capaces de hacer a seres más débiles que ellos para disfrutar y dar rienda suelta a sus bajos instintos.

Las penas impuestas a las personas que preparan a los perros, los que organizan las peleas e incluso los que asisten a ellas deberían ser serias y lo suficientemente fuertes para que algunos de los implicados se lo pensarán antes de tomar parte en este lamentable espectáculo.

¿Qué se puede hacer?

Por supuesto exigir un endurecimiento de las penas para aquellos que organizan las peleas de perros e incluso para aquellos que asisten al espectáculo.

También se ha de trabajar en la educación, los animales son parte de nuestras vidas y, al igual que nosotros, merecen vivir con dignidad, no deberían ser maltratados ni obligados a un comportamiento que no es natural en ellos.

Aunque la historia de las peleas de perros sea amplia es momento de acabar con esta practica tan aberrante de maltrato animal.

Con estos comportamientos los humanos mostramos una vez más que podemos llegar a ser más crueles que ningún otro animal que camina sobre el mundo.

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