
Según la Organización Mundial de la Salud, “en 2016 había 1300 millones de personas con sobrepeso, de las cuales 650 millones (13% de la población mundial) eran obesas.”
La Sociedad Española para el estudio de la Obesidad (SEEDO) determina que, en España, en 2016, el 23% de la población padecía obesidad. El valor aumenta a 35% en personas de edad avanzada y, si nos fijamos simplemente en el sobrepeso y no en la obesidad de la población, el 70% está afectada. El dato es muy alarmante teniendo en cuenta que el número de personas que padecen obesidad aumenta día tras día en los países desarrollados. La OMS lo considera ya una pandemia mundial.
Sin embargo, en el artículo de hoy hablaremos del caso contrario, hablamos de la ortorexia, un trastorno relativamente nuevo, pero igual de grave que cualquier otro trastorno de la conducta alimentaria.
¿Qué es la ortorexia y cuál es su origen?
El concepto de ortorexia fue acuñado por el médico estadounidense Steven Bratman a finales de los 90.
Se trata de un trastorno de la conducta alimentaria en el que la persona que lo padece se alimenta únicamente con productos que ésta considera saludables bajo su criterio suponiendo, en los casos más graves, un riesgo para su salud.
La OMS alerta que esta enfermedad afecta al 28% de la población mundial, siendo mayor la afectación en mujeres que viven en países desarrollados.
Características de las personas que padecen ortorexia nerviosa
Aunque los datos sobre obesidad van al alza, también empieza a instalarse entre la población la conciencia sobre los beneficios de seguir un estilo de vida saludable y hay personas que se preocupan mucho por su alimentación, pero vamos a ver la línea que separa cuidarse de la obsesión por cuidarse.
A continuación, os expongo los rasgos diferenciales de las personas que padecen ortorexia:
- Se intenta llevar una alimentación libre de tóxicos, pesticidas, aditivos alimentarios de ningún tipo… Siempre prima la calidad del alimento frente a la cantidad.
- Se llega a excluir grupos de alimentos de origen dudoso como carnes y pescados, lácteos, grasas, azúcares y huevos.
- Se intenta manipular el alimento lo menos posible, llegando en algunos casos a realizar una dieta crudivegana y vigilando incluso la forma de corte para no dañar el alimento.
- Se promueve obsesivamente el consumo de alimentos de origen ecológico.
- Uso de materiales específicos en la cocina como cerámica u otros que consideran seguros para el alimento.
- Sentimiento de superioridad frente al resto de personas, sintiendo rechazo por aquellas que no siguen una alimentación saludable a su parecer.
Consecuencias para las personas que sufren ortorexia nerviosa
Aunque todo lo descrito anteriormente podría parecer bueno y saludable para la persona, lo cierto es que hay unos riesgos derivados de este tipo de actuación, que son los siguientes:
- Carencias de vitaminas y minerales, grasas saludables y proteínas ya que no se sustituyen correctamente los alimentos que eliminan de la dieta por otros que cubran estas necesidades nutricionales.
- Pérdida de peso excesiva.
- Falta de vida social ya que sólo quieren comer lo que ellos preparan.
- Si ingieren algo que no consideran saludable, les invade un sentimiento de culpa que lleva a autocastigos con dietas mucho más restrictivas o con ayunos intermitentes.
- Pierden la capacidad de comer de forma intuitiva, sin saber cuándo tienen realmente hambre y/o cuándo están saciados.
- Comer por placer queda en un segundo plano completamente.
¿Cómo se puede detectar?
Estamos viviendo un momento en el que la vida saludable, el realfooding, el consumo de alimentos ecológicos y de calidad están tomando fuerza por lo que puede ser difícil detectar personas que sufran ortorexia, pero se han establecido algunos criterios para diagnosticarla:
- Se dedican más de 3 horas al día en pensar lo que van a comer.
- Disminuye la vida social a la vez que aumenta la obsesión por la comida saludable.
- Preocupación extrema por la calidad del alimento, dejando a un lado el placer por comer.
- Sentimiento de superioridad frente a otras personas que no se alimentan del mismo modo.
- Sentimiento de culpabilidad ante lo que consideran transgresiones en la dieta.
Tratamiento para la ortorexia nerviosa
La ortorexia nerviosa, al igual que otros trastornos de la conducta alimentaria, tiene su origen como enfermedad emocional, aunque se manifieste a través de la alimentación, por lo que debe ser tratada como tal, con un equipo multidisciplinar que incluya los siguientes perfiles: dietista o dietista nutricionista, endocrinología, psicología o psiquiatría y, también es muy importante, el apoyo familiar.
Al igual que ocurre con el resto de trastornos alimentarios, se priorizará la salud física del paciente pero se debe trabajar en equipo para conseguir la recuperación total de la persona.
Conclusión
Es obvio que debemos cuidar nuestra salud para sentirnos bien por dentro y por fuera. Sabemos que para ello es necesario adquirir unos buenos hábitos y aplicarlos de forma constante pero no debemos olvidar que también podemos ser flexibles y permitirnos ciertos caprichos sin sentirnos mal con nosotros mismos después y sin necesidad de restringir nada posteriormente.
¡Disfrutemos de los pequeños placeres de la vida sin remordimientos!