Mujeres vs Hombres: El Valor del Ser Humano

Distinta forma… misma esencia. ¿Qué importa la apariencia cuando lo fundamental debería ser aprender a disfrutar la vida en toda su extensión? Nuestra valía es inherente y no depende ni del sexo, ni del credo ni de cualquier otro factor ambiental inducido.

Mujeres vs Hombres: El Valor del Ser Humano
Abel García Arcas
Téc. Sup. en Actividades Físico Deportivas, Contramestre de Capoeira y Experto en Artes Marciales, Profesor de Acrobacias y Habilidades Sociales, Actor y Bailarín, Autor e Investigador de la Comunicación Emocional.

Dualidad no es sinónimo de Oposición

Del mismo modo que el Ying y el Yang, complementarios aunque en apariencia contrarios, se encierran el uno al otro, el ser humano, independientemente de su forma externa que no de cómo exterioriza su esencia interna, proviene de un Padre y de una Madre, que también son contrarios aunque no por ello menos complementarios.

Madre y Padre son, en principio, opuestos, pero sin su interacción no habría más vida. Estos, a su vez, provienen de otros padres y madres que llegaron también a través de otros por el mismo proceso.

En este ir y venir, que se pierde en el mismo origen de los tiempos, la esencia de la sexualidad individual queda diluida en un mar de hombres y mujeres que, un día, se conjugaron para que nosotros pudiéramos tener una forma concreta, aparentemente.

Si tú me preguntas

Si tú me preguntas… ¿cuál de los dos es más importante, el Hombre o la Mujer?

Yo respondería… ¿acaso tiene valor el Día sin la Noche?

Pero… continuarías… ¿puedo ser más una cosa que la otra?

¿Podría mi apariencia masculina negar toda la femineidad de mis antecesoras?, me vería obligado a responderte yo.

Y tú, ¿qué te sientes más, hombre o mujer?, podrías insistir.

Yo siento que soy sólo polvo de estrellas… apenas un destello… no más que un instante.

Encajando

Ser Hombre o ser Mujer es apenas un concepto de energías, pero a nivel individual somos ambas cosas. Al tiempo, somos también la misma imagen del Todo original. La división externa entre sexos no es, si no, una mera estrategia evolutiva que nos brinda la oportunidad de una efímera inmortalidad, pues la única forma de sobrevivir al tiempo es legar nuestra herencia genética en otro contenedor más eficaz. Sólo así puede darse la continuidad de nuestra especie.

Pudiera parecer que estamos divididos pero, en el fondo, todos encerramos esencia femenina y masculina en nuestro interior. La gran aventura de la evolución no puede, ni debe, conducir al enfrentamiento; cuando comprendemos esto la lucha entre sexos resulta tan ridícula como innecesaria.

Indivisibles ante la Vida

Pero si hay un esfuerzo que realmente merece la pena acometer es aquél por la unidad. Dos piezas distintas, pero que encajaban, se unieron, haciendo de esa lucha una danza de vida. Y ahora estamos aquí y lo único importante es que si alguna de ellas hubiera faltado hoy no estaríamos vivos.

A pesar de estos días de cólera, el valor de las personas es cosa irrefutable. Y no porque se gestione en departamentos como Recursos Humanos. Sino porque la vida es valiosa, un regalo. Una dicha, llena de altibajos, que no podemos permitirnos el lujo de rechazar. Hagamos de ella un viaje de amor. De nosotros y nosotras depende. Y tú… ¿qué te sientes?

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