
Melaza de arroz o miel de arroz o jarabe de arroz
Que con todos estos nombres es conocido este edulcorante que está aterrizando con fuerza en las despensas occidentales por sus beneficios saludables.
Como buen sustituto del azúcar, sus propiedades nutricionales compiten con la melaza tradicional y con la miel de abejas. Hoy aprendemos a aprovechar todo su dulce sabor.
Totalmente natural, se extrae al cocer arroz integral con brotes de otro cereal hasta que queda un líquido marrón. Este se cuela y se filtra para eliminar cualquier resto de impurezas. Aunque puedes prepararla de forma casera, al ser una operación compleja, es mejor que la adquieras en los herbolarios de solvencia. Tiene una consistencia parecida a la miel, pero mucho más oscura.
La melaza de arroz, es un sustituto del azúcar, pero eso no quita para que sea apto para los diabéticos. Como los productos semejantes, es, también, un conservante natural de frutas, frutos secos o granos de cereal y, en buenas condiciones, no caduca hasta pasado más de un año.
Información nutricional
Entonces, ¿hay que añadir la melaza de arroz a nuestra dieta diaria? Te pongo los datos y tú eliges, como siempre. A pesar de ser un producto que presenta cierta novedad, sí se sabe que más de la mitad de sus azúcares pertenecen a la categoría maltritiosa, que son los que se asimilan con mayor lentitud. Además, al proceder del arroz, como el cereal, no contiene gluten.
Como el resto de las melazas procedentes de otros productos vegetales tiene los siguientes parámetros nutricionales:
- Aproximadamente 240 calorías por cada 100 gramos, un tercio menos que el azúcar. Recuerda que, de sus moléculas, la mitad pertenecen a un grupo que se asimila más lentamente. Por tanto, el pico de ansiedad por devorar la comida llega más tarde.
- También tiene menos hidratos de carbono, 60 frente a los 100 del azúcar refinado.
- Es un alimento rico en calcio (273 mg/100 g). Esto es, casi el doble de la leche. No hace falta que ponga aquí que no vas a tomar el preciado mineral de este producto, ya que no nos podemos olvidar, en ningún momento, que es un azúcar.
- También tiene cantidades interesantes de hierro 7mg/100g.
- Aunque es rico en sodio (40 mg/100g), también lo es en potasio (1500 mg/100 g).
- Presenta trazas de magnesio.
Beneficios y propiedades de la melaza de arroz
¿Quiere esto decir que la melaza de arroz es la forma más rápida y sencilla de consumir azúcar sin remordimientos? Sí y no, como todo en lo referente a la naturaleza y a la alimentación. Vamos a conocer los beneficios y propiedades de la melaza de arroz:
- De todos los edulcorantes naturales, como el resto de las melazas, es el más saludable.
- Eso no nos puede hacer olvidar que es un azúcar y que, por tanto, hay que tomarlo con moderación.
- También es el que realiza la mejor gestión en sangre y, por tanto, es una buena opción para aquellas personas que padecen de ansiedad por comer, ya que ralentiza este apetito.
- No podemos obviar sus buenas propiedades nutritivas.
- No adelgaza ni mucho menos, simplemente tiene menos calorías y menos hidratos de carbono que los edulcorantes naturales. Es más, la cantidad de energía que tiene es bastante considerable.
- Y tampoco es apto al 100% para los diabéticos como ponderan algunas fuentes. Si sufres esta enfermedad, tienes que saber que todas las melazas pertenecen a los azúcares y que estos son letales para los enfermos de diabetes.
Peligros de la melaza de arroz
Como suele suceder con los productos alimenticios que alcanzan fama meteórica, también la melaza de arroz tiene su leyenda negra. Y lo nombro así porque, al parecer, una partida de barritas de una marca y tirada concretas, en controles sanitarios, ofreció un alto índice de arsénico.
¿Quiere esto decir que no hay que consumirlo después de lo que hemos dicho? No. Ni mucho menos, simplemente que ese producto en concreto tenía ese parámetro por encima de lo recomendado. ¡Y tan ni siquiera está comprobado que se deba a la melaza de arroz!
Nuestro consejo…
Entonces, ¿qué debemos hacer? Nada más y nada menos que seguir el sentido común. Y disfrutar de este producto magnífico que nos regala la naturaleza aceptando que no hay ningún alimento milagro en la naturaleza.