
Masaje geotermal con piedras volcánicas
Es uno de los clásicos de los modernos balnearios urbanos u hoteleros: el masaje con piedras volcánicas. Aunque en el área Mediterránea, las termas eran habituales en la época romana e inmediatamente posterior, una vez se instala la Edad Media en toda Europa toda esa tradición es censurada por amoral.
Los instigadores de tal iniciativa no vieron en ningún momento los beneficios saludables de esta práctica y se quedaron en las meramente placenteras, que también las tiene.
Beneficios del masaje con piedras volcánicas
Sin embargo, en Occidente nunca se hizo un masaje con piedras como el que se está poniendo tan de moda en algunos spas. Estas terapias que utilizan rocas volcánicas se centran en la filosofía ancestral oriental del reiki.
Muy resumidamente, esta corriente considera que en el organismo hay siete centros o chakras que se encargan de canalizar la energía humana en sinergia con la natural.
Dicho esto, no es difícil imaginar que este tipo de masajes con piedras volcánicas pequeñas se hace para:
- Equilibrar el organismo estresado, cansado, agotado o deprimido.
- Como descanso y reducción del estrés.
- Uno de los importantes beneficios del masaje con piedras volcánicas es que ayuda a combatir el dolor muscular y, también, el psíquico, ya que hace que la persona se encamine hacia el equilibrio interior.
- Gracias a la combinación de calor y frío se logra eliminar toxinas.
- El mismo proceso es el que hace que se beneficie la circulación sanguínea.
Cómo se realiza
Para los masajes se utilizan dos tipos de piedras volcánicas:
- Las calientes que suelen ser de basalto con gran contenido en hierro. Son negras.
- Las frías que suelen ser piezas de mármol. Son blancas.
Este tipo de terapias son muy sutiles, ya que se centran en la búsqueda de una paz anímica y un equilibrio interior que la persona ha perdido (por los motivos que sean).
Eso produce desestabilización y, un poco más tarde, dolor muscular. Aunque hay quienes aún se atreven a negar los efectos beneficiosos de estas técnicas orientales, quienes sufren de estrés continuado, duelos graves o problemas anímicos constantes saben lo que estoy diciendo.
En este masaje se realiza, en primer lugar, una exfoliación y luego se procede a aplicar polvos con propiedades minerales. A continuación, las piedras volcánicas se colocan en puntos estratégicos de la espalda alternando las que llevan calor con las frías. El alivio muscular es inmediato y la relajación también. El equilibrio, como todo camino que busca la serenidad, es ya más complejo.
El masaje con piedras volcánicas, a veces, se combina con otros normales (de fricción) con aceites esenciales calmantes, potenciado esta particular búsqueda del equilibrio vital perdido. Ni que decir tiene que debe ser realizado por personal profesional que sepa lo que hace y que conozca a fondo la filosofía que alumbra esta terapia.
¿Sabías que…?
En la filosofía oriental todo lo relacionado con las piedras tiene un simbolismo especial. Según las creencias de estos pueblos, en los lugares rocosos habitan los dioses y las montañas son consideradas caminos de superación personal.
Para la filosofía analítica emanada de los estudios de C.G. Jung, las piedras también ocupan un lugar importante, sobre todo en el mundo de los sueños. Ellas son las poseedoras de lo permanente, de lo que no se modifica, del centro anímico que busca el espíritu en contradicción.