
Qué son las sales de amoníaco
Las sales de amoníaco son una preparación a base de carbonato de amonio (NH4)2CO3H2O y son utilizadas usualmente para reanimar la conciencia de las personas que se han desmayado o disminuir la intensidad de los mareos.
Esto sucede ya que, al liberarse el gas amoniaco (NH3), se irrita la membrana nasal y la pulmonar y provoca un reflejo de inhalación. Este reflejo generado produce una mejora del flujo de respiración y alerta durante un breve periodo de tiempo.
El uso habitual y principal de las sales de amoniaco está dedicado al sector clínico, ya que, como se ha comentado anteriormente, es utilizado para la reanimación y alivio de mareo, pero no es en el único campo en el que se utiliza, pues también se usa en el deportivo y en distintas especialidades.
Para qué se utilizan en el sector deportivo
El uso de las sales de amoníaco no se reduce a deportes de fuerza, donde más común es verlo. También se utiliza en fútbol americano, rugby, hockey, baloncesto, boxeo, por ejemplo.
Su principal uso es debido a sus reacciones fisiológicas relacionadas con un beneficio en el rendimiento deportivo:
- Irritación de la mucosa nasal y pulmonar, conjunto una activación de un reflejo de inhalación.
- Aumento de la frecuencia cardíaca junto un ligero efecto estimulante.
- Aumento del flujo sanguíneo.
- Incremento de la velocidad en la perfusión y vascularización cerebral.
En los deportes de fuerza máxima es habitual ver el uso de las sales de amoníaco para conseguir una mayor activación y por ende conseguir aplicar más fuerza. Pero existen muchos factores más importantes más allá de inhalar las sales de amoníaco para conseguir aplicar una fuerza máxima, ya sea una buena respiración, una buena colocación antes de realizar el movimiento. Por esto mismo, las sales de amoníaco pueden dar más beneficios a atletas profesionales y con un movimiento interiorizado y mecanizado que a atletas principiantes.
Muchos atletas pueden llegar a beneficiarse de las sales de amoníaco por sus beneficios comentados anteriormente, pero en muchos otros casos puede empeorar su rendimiento por la rápida y fuerte reacción que tiene el efecto de las sales de amoníaco.
Otro factor a tener en cuenta es si se considera dopaje, hoy en día en deportes de fuerza la Wada (Agencia Mundial Antidopaje) no permite usarlo cara al público, pero no está prohibido su uso.
Efectos secundarios de inhalar sales de amoníaco
El amoníaco es tóxico, pues las sales de amoníaco preparadas para el deporte no dejan de ser una preparación química con una sustancia irritante.
Como ya se ha comentado anteriormente, uno de sus efectos es la irritación de las fosas nasales y de la mucosa pulmonar. A pesar de lo que se puede pensar, su uso con preparaciones preparadas para ello es menos nocivo de lo que puede parecer (no significa por eso, que no lo sea) pues un uso irresponsable y un abuso hará que los efectos secundarios puedan ser graves.
A nivel general, un uso muy puntual y de muy poca cantidad y siguiendo las recomendaciones (inhalar a 15 cm de la nariz) no tiene porque generar grandes problemas, pero siempre es mejor evitarlo.
El contacto directo con las sales de amoníaco también puede tener graves consecuencias por su gran efecto irritante.
Alternativas a las sales de amoníaco
Es cierto que si eres una persona a la cual las sales de amoníaco le producen un buen beneficio, puede ser positivo para tu rendimiento, pero disponemos de alternativas que puedan ser más seguras y económicas.
La respiración. Se ha demostrado que respirar profundamente y con concentración antes de un levantamiento máximo permite controlar los nervios y disminuye la frecuencia cardíaca. Esto puede facilitar la concentración para realizar el levantamiento
Conclusión
Cada contexto, cada especialidad, cada persona, es un mundo. Uno mismo debe encontrar y descubrir qué le puede facilitar una mejora en su rendimiento.
Las sales de amoníaco preparadas para el deporte son una buena opción y su uso controlado y responsable no tiene porqué ser perjudicial. Por otro lado, es importante no crear una dependencia y aprender a tener un rendimiento alto sin necesidad de inhalar sales de amoníaco.