
Actualmente, la mayoría de las personas está de acuerdo en que el yogur es un alimento saludable, aunque solo sea para los probióticos (o bacterias beneficiosas) que contiene. Este producto lácteo fermentado ha sido apreciado durante generaciones por los pueblos de Grecia, Israel, Líbano e India, entre otras naciones por sus propiedades únicas de fortalecimiento y agradable sabor ácido. Sin embargo, es posible que el yogur del supermercado no le proporcione los beneficios de salud que usted cree que tiene.
¿Qué le ha sucedido al yogurt producido comercialmente en los últimos años?
En la producción industrializada en masa, se pierden muchas de las preciosas cualidades nutritivas del yogur tradicionalmente preparado. La mayoría de las variedades de yogur comercial se fermentan durante periodos de tiempo muy cortos (algunos durante aproximadamente una hora), impidiendo que la bacteria probiótica alcance la fuerza adecuada y evite la descomposición de los irritantes.
Además, los espesantes deben agregarse para darle al yogur su apariencia y textura familiar. Como golpe final, los fabricantes a menudo tratan térmicamente el yogur para prolongar la vida útil, un proceso que mata cualquier cultivo solitario que puedan haber sobrevivido a los otros asaltos.
¡Yogur casero al rescate!
Elaborando su propio yogur, controla la calidad de los ingredientes. Puede eliminar los ingredientes innecesarios no recomendados y garantizar que no contenga lactosa. El yogur es un proceso de predigestión, si la leche se cultiva el tiempo suficiente (24 horas o más), el yogur estará libre de lactosa. Después de todo, el yogur es el resultado del simple proceso de fermentación de la leche que contiene Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus (¡no se preocupe, no tiene que aprender cómo decir esas palabras para hacer su propio yogur!).
¿Qué tipo de leche es la más adecuada?
Comience con la leche de mejor calidad que pueda encontrar. La mejor leche la entera orgánica y cruda de una granja local. Esta leche es rica en proteínas, grasas saludables, minerales y los numerosos cofactores y enzimas necesarias para su absorción.
La leche de cabra generalmente es más saludable que la leche de vaca y se considera frecuentemente una excepción para muchas personas con problemas con los lácteos. Las cabras por lo general son saludables y limpias y por lo tanto comúnmente no se les da dosis rutinarias de antibióticos u otros medicamentos o drogas. Una ventaja muy importante es que la estructura de la grasa de la leche de cabra es más digerible que la de la leche de vaca, puesto que ya está naturalmente homogeneizada. La leche de cabra no necesita ser mecánicamente homogeneizada.
¿Leche entera o desnatada?
Mucha gente consiente de su salud cree que poca grasa o nada de grasa es mejor. Sin embargo, los lácteos sin su propia grasa no podrían servir como apoyo en la absorción la utilización de las vitaminas D y A necesarias para establecer y mantener los huesos.
Otra consideración es que los alimentos de grasa reducida hacen que la gente coma mucha más comida para compensar la falta de grasa. Nuestro deseo de comer en exceso puede que provenga de comer alimentos refinados y por lo tanto carentes de nutrientes; estos alimentos deficientes de nutrientes puede que estimulen la adicción del comer en exceso pues instintivamente a consumir más alimentos con el propósito de obtener los ingredientes faltantes que nunca están ahí.
¿Cómo hacer yogur casero?
Para hacer yogur casero necesitamos 2 cucharadas de yogur y 1 litro de leche.
La primera vez que elaboremos yogur es recomendable comprar un yogur natural de buena calidad, preferiblemente ecológico y libre de conservantes y aromatizantes, que nos proporcionará los fermentos iniciadores.
Podemos elaborar yogur casero sin yogurtera, pero este pequeño aparato nos facilita mucho el trabajo.
Aquí tenéis algunas opciones para hacer yogur casero:
Sin yogurtera:
- Calentamos de leche en un cazo a fuego suave. Justo antes de que empiece a hervir, la apartamos del fuego y dejamos que la temperatura descienda en torno a los 45ºC.
- En este sentido es interesante hacernos con un termómetro de cocina, son baratos y nos pueden servir de gran ayuda en numerosas tareas. Si no disponéis de termómetro, una forma de saber si la temperatura ronda los 45-50ºC es introducir en la leche el dedo índice y ver si somos capaces de aguantarlo dentro más de 10 segundos.
- Vertimos las cucharadas de yogur en un cuenco y cuando la leche se haya templado, añadimos un poco de leche y diluimos el yogur, incorpora el resto de la leche y mezclamos bien para que el yogur se reparta de manera uniforme.
- Ponemos la mezcla en envases individuales de cristal y estos se colocan dentro de un recipiente con agua a 50º C. Se pone la tapa del recipiente, se cubre bien con un paño y se deja reposar 5 horas en un lugar templado.
Termo:
- Es una magnífica forma de preparar yogur. Antes de introducir la leche, pondremos agua a 50ºC en su interior para calentarlo. Luego la desechamos y vertemos la mezcla de leche y yogur tal y como hemos explicado en apartado anterior.
Yogurtera:
- Realizamos la mezcla como en las preparaciones anteriores. Se pone en los tarros y estos se colocan en la yogurtera.
- Se tapa y se deja en marcha hasta que estén cuajados.
Horno:
- Podemos aprovechar para hacer yogur un día en el que tengamos que encender el horno. Tras usarlo, podemos aprovechar el calor residual para cuajar nuestros yogures. Antes de meter los recipientes cerrados herméticamente con la mezcla de leche y yogur debemos asegurarnos de que la temperatura del horno ha descendido a unos 40ºC.
- Se deja dentro unas 3 horas, se apaga y se deja reposar 2 horas más con el horno cerrado.
Recomendaciones
Si quiere endulzarlos lo mejor es hacerlo a la hora de consumirlos. Utilice endulzantes de buena calidad y en cantidades moderadas; 1 cucharadita de azúcar de panela o miel cruda.
Del mismo modo, también puede s aromatizar la leche infusionándola con canela, vainilla, corteza de limón, etc.
Para arrancar otra tanda de yogures puede hacerlo usando un yogur de la elaboración anterior.
Es recomendable dejar reposar en la nevera el yogur al menos durante 3 horas antes de consumir.