
“No tengo tiempo, me distrae de mis obligaciones, no me siento motivado para hacerlo…” son los pretextos más utilizados. No obstante, en la actualidad sí es posible dejar a un lado las excusas y mantenerse activo sin que ello afecte el rendimiento laboral.
Consecuencias de un estilo de vida sedentario
Expertos en salud de canales prestigiosos como la BBC y Discovery recomiendan encarecidamente ejercitarse en la oficina. Advierten que mantener un estilo de vida sedentario trae consigo consecuencias adversas para el organismo, inclusive letales a largo plazo. Los efectos más comunes de este hábito son problemas en el sistema circulatorio y alteraciones del metabolismo.
Las tareas de oficina suelen requerir de bastante concentración, lo que deriva en un aumento del consumo de glucosa del cerebro. La consecuencia lógica es que el organismo demande la ingesta de alimentos de muchas calorías (golosinas, comidas fritas, gaseosas, etc.). Adicionalmente, las situaciones de estrés suelen disparar la ansiedad en los individuos, por lo que sienten más hambre.
Una dieta hipercalórica combinada con largas horas sentado diariamente en la oficina es el cóctel perfecto hacia la obesidad. Esta enfermedad afecta aproximadamente al 40% de la población en naciones industrializadas como Estados Unidos. Se asocia a padecimientos graves tales como trastornos cardiovasculares, deformación muscular, degradación ósea, problemas digestivos y depresión.
El ejercicio no es optativo, es indispensable para mantenerse saludable
No es extraño que cada vez más especialistas en bienestar insistan en la necesidad de ejercitarse en la oficina. Igualmente, se recomienda que los empleados estén totalmente cubiertos con un plan de asistencia en caso de accidentes. Es mejor prevenir que curar, así que contrata tu seguro de vida con una de las aseguradoras líderes de Europa.
Varios médicos invitados al programa En Forma han afirmado que “el mejor ejercicio es aquel que te gusta”. Cuando las personas eligen un entrenamiento divertido liberan endorfinas al torrente sanguíneo. Esta hormona origina una sensación de placer en los seres humanos ayudando a reducir las preocupaciones y el estrés.
Los trabajadores que experimentan menos tensión y más felicidad en el trabajo tienden a rendir mejor. Ejercitarse es un método efectivo de prevenir los síntomas vinculados al sedentarismo y una oportunidad para mejorar la imagen personal. Para poder hacerlo en la oficina no es necesario llevar allí el gimnasio, basta con tener organización.
Algunos consejos para hacer ejercicio en la oficina
Entre las actividades físicas más sencillas relacionadas con el trabajo están:
- Cambiar la forma de desplazarse al trabajo.
- Caminar tramos de al menos 20 minutos o ir en bicicleta.
- Si la oficina se encuentra en un edificio, subir las escaleras y desplazarse continuamente (a buscar objetos) son alternativas inteligentes.
- También se pueden realizar sentadillas en una o dos piernas mientras se espera (fotocopias, por ejemplo).
El propósito es mejorar la condición aeróbica y acondicionar las extremidades inferiores.
Reemplazar la silla por una pelota de entrenamiento es aconsejable para fortalecer los músculos del tronco. Si el escritorio es robusto, se puede utilizar para hacer flexiones tipo push up y levantar mancuernas para ejercitar los brazos.
Las rutinas de estiramiento y flexibilidad contribuyen a reducir tensiones y mantener el tono muscular. Conclusión: el trabajo no es limitante para una vida sana y activa, se trata únicamente de una cuestión de actitud y disposición.
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