
¿Debemos beber leche?
A todas horas nos bombardean con publicidad que nos cuenta cuan necesaria es la inclusión de la leche de vaca en nuestra dieta y los perjuicios que podemos sufrir si dejamos de consumirla. Debemos beber mucha leche y comer muchos productos derivados de ella: queso, yogurt, etc. nos repiten sin cesar.
Vamos a conocer en que condiciones viven esas vacas que nos dan su leche, que por otra parte en absoluto necesitamos.
Explotación de vacas lecheras: empieza el proceso
La explotación de vacas lecheras empieza cuando son seleccionadas genéticamente para ser destinadas al fin de la producción láctea.
Cuando llegan a la edad de poder empezar a producir son subastadas en ferias o mercados y llevadas al lugar donde transcurrirá el resto de sus vidas, normalmente encerradas.
Pero que las vacas nos den leche ¿no es lo normal?
Todas las hembras mamíferas para poder producir leche han de convertirse en madres y la leche que se produce debe ir destinada a la alimentación del cachorro.
Esto es muy fácil de entender pues esta norma es la misma para las madres humanas, tenemos hijos y nuestros pechos tienen leche durante todo el tiempo que estemos amamantando a nuestro hijo. En cuanto dejemos de hacerlo la leche desaparecerá.
Pero las vacas están dando leche constantemente ¿Cómo es posible? Debemos saber que se pasan la vida preñadas y pariendo.
Son inseminadas artificialmente y cuando el ternero nace se le separa inmediatamente de la madre, lo que supone un gran trauma para ambos pues los lazos que les unen son muy fuertes.
Explotación de vacas lecheras
Una vez el ternero nace y es retirado de la madre esta empieza a ser ordeñada y seguirá produciendo leche durante unos diez meses, y antes de que deje de dar leche volverá a ser inseminada otra vez y el proceso continuará así durante toda la vida de la vaca. Así es la explotación de vacas lecheras.
Casi todas las vacas lecheras suelen vivir en unas lamentables condiciones de hacinamiento y suciedad. Se les administran antibióticos, hormonas y tranquilizantes.
Son ordeñadas de forma automática dos e incluso tres veces al día lo cual llega a producirles lesiones en las ubres y mastitis.
También debemos saber que sufren infecciones y toda clase de problemas en sus pezuñas ya que estas no son los zapatos más adecuados para vivir permanentemente sobre suelos de cemento.
Todos los parámetros están controlados en este tipo de explotaciones intensivas de vacas lecheras. Se controla la cantidad de pienso que deben comer, la temperatura más conveniente para que la producción de leche no se resiente y por supuesto el tipo de iluminación, casi siempre artificial.
Algunos granjeros han comprobado que un ciclo de 16 horas de luz y sólo 8 horas de oscuridad proporciona un mayor rendimiento.
Y después que
Las vacas lecheras victimas de la explotación intensiva no viven más allá de 5 o 6 años, cuando su vida podría alcanzar una duración de 20 años, a partir de esta edad su producción láctea empieza a dejar de ser rentable y hay que deshacerse de ellas. Son enviadas al matadero para transformar sus despojos en las populares hamburguesas y salchichas baratas.
¿Sabías que…?
La producción de una vaca en una granja «familiar» esta entre 2.500 y 4.000 litros de leche al año, en una explotación de vacas lecheras esta cantidad aumenta hasta los 6.000 litros al año. Pero no parece suficiente y se siguen probando métodos para que esta productividad aumente.
Las vacas lecheras son animales sensibles que manifiestan desajustes psicológicos y fisiológicos como resultado del estrés al que se encuentran sometidas.