
Vitamina B12
Podemos decir que las más famosas de las vitaminas (compartiendo protagonismo con la C y el ácido fólico) es la vitamina B12, perteneciente al grupo de las hidrosolubles.
Este micronutriente, tan indispensable para la salud que su carencia puede llegar a ser letal, ha empezado a estar en boca de todos porque, a no ser que se siga una dieta balanceada, hay que suplementarlo con pastillas o píldoras.
Si bien el exceso de vitamina B12, como veremos a continuación, es extremadamente raro, su carencia está empezando a ser normal entre la población mejor alimentada de Occidente que sigue dietas restrictivas de todo tipo.
Tanto los veganos como los que adoptan, durante largo tiempo, regímenes alimenticios de cualquier cariz (incluso, aun aceptando las críticas, extravagantes y estrafalarios) pueden generar problemas graves de salud.
Anemias, heridas sangrantes, trastornos psicológicos de entidad, desórdenes estomacales se encuentran en la lista de patologías que producen una ingesta inadecuada de este micronutriente.
Pero, continuamos con los números en la mano, ya que la OMS recomienda las siguientes cantidades diarias:
- Bebés hasta 1 año: 0,3 mcg.
- Niños de 1 a 3 años: 0,9 mcg.
- Niños de 4 a 10 años: 1,5 mcg.
- Adolescentes y adultos: 2 mcg.
- Mujeres embarazadas: 2,2 mcg.
- Mujeres lactantes: 2,6 mcg.
Alimentos que contienen la vitamina B12
El problema ha empezado a estar cuando se ha eliminado de los menús diarios, por considerarlos perjudiciales, los alimentos que la contienen. Solo con darte una lista de los más ricos, puedes hacerte una idea de las dietas que prohíben su consumo. No se encuentran en algas, vegetales, cereales y frutas. Ten en cuenta que los datos a continuación son por cada 100 gramos de porción comestible:
- Sardinas (también enlatadas y en aceite): 28 mcg. Una ración de este delicioso pescado aporta la cantidad necesaria para un mes.
- Hígados de animales entre 25 y 100 mcg. Recuerda que no son aptos para personas enfermas, embarazadas, lactantes y niños de corta edad por la acumulación de residuos tóxicos en estas vísceras.
- Yema de huevo: 4,9 mcg.
- Pescados: entre 2 y 5 mcg (bacalao, bonito, atún, salmón…).
- Lengua de ternera: 7 mcg.
- Carne de buey, vaca, cordero: entre 1 y 2 mcg, dependiendo del corte.
- Carne de cerdo, pavo y pato: entre 1 y 3 mcg.
- Quesos grasos, curados y azules: entre 0,8 y 1,5 mcg.
- Leche de vaca: 0,3 mcg.
Así, que si repasas la lista y la contrastas con las cantidades recomendadas, encontrarás que es bastante difícil un defecto de este micronutriente.
Cuándo se produce un exceso de vitamina B12
Ahora bien, ¿qué pasa cuando hay un exceso de vitamina B12? Al ser una vitamina hidrosoluble, un organismo sano, a diario, expulsa las cantidades sobrantes sin más problemas.
Eso en lo que se refiere a una alimentación adecuada. Pero, ¿qué sucede cuando el aporte de este micronutriente se produce de forma artificial, con suplementos y pastillas?. En principio, tampoco debe haber ningún problema y también son expulsados esos restos a través de la orina.
Síntomas de intoxicación por exceso de vitamina B12
Sin embargo, se están dando casos de pacientes que, con diversas patologías, en un análisis de sangre, han acusado un exceso de este micronutriente. Los casos siempre se refieren a personas con problemas graves en el hígado (como cirrosis), con defectos importantes de absorción estomacal o con errores genéticos muy, muy, muy raros.
Entonces, se puede producir:
- Problemas de prurito y erupciones cutáneas.
- Vómitos, diarreas y desórdenes gástricos.
- Dolores de cabeza, mareos, desubicación y pérdida de memoria.
- Problemas para conciliar el sueño.
- Palpitaciones y nerviosismo.
- En casos graves, incluso, se ha dado una paralización de una parte de la cara y del cuerpo (la derecha).
Nuestro consejo…
Una dieta balanceada, como la mediterránea, una vida saludable con un poco de ejercicio, el consumo de agua moderada y una predisposición serena son las mejores terapias para males diversos de toda consideración, incluido una intoxicación por exceso de vitamina B12.
¡No juegues con tu salud y no consumas suplementos indiscriminadamente sin conocer su origen! De necesitarla, porque lleves por ejemplo una dieta vegetariana, acude siempre a un tu doctor o al especialista. ¡Cuidado con las ofertas de Internet!