
¿Qué son los edulcorantes artificiales?
Los edulcorantes artificiales son sustitutos del azúcar, están elaborados de forma artificial e industrial, fabricados o procesados químicamente.
Su valor principal es el de ser bajos en calorías o el de aportar muchísimo más dulzor que el azúcar, de modo que con una cantidad mucho menor se obtiene el mismo resultado, disminuyendo también así la ingesta de calorías.
Existen diferentes tipos de edulcorantes artificiales, cada uno con sus ventajas y desventajas. Existen también edulcorantes naturales con la ventaja de ser bajos en calorías, no tanto como los artificiales y son más escasos, aunque puedan tener más ventajas para la salud y desventajas también si se abusa de ellos aun siendo naturales.
La moda light
Los edulcorantes artificiales están ligados, como hemos dicho, con las dietas para perder peso pero cada vez se alzan más voces críticas ya que según algunos especialistas tienen sus efectos secundarios cuando los consumimos cada día y en gran cantidad.
Parece ser que no calman la necesidad de tomar dulce y el cuerpo nos pide continuar comiendo.
Esto provocaría lo contrario del efecto buscado ya que engordaríamos más.
Algunos pueden provocar mareo, hinchazón abdominal, diarreas y gases.
Tipos de edulcorantes artificiales
Los tipos de edulcorantes artificiales más usados y sus ventajas frente al azúcar de caña son:
- Aspartamo: compuesto por dos aminoácidos combinación de fenilalanina y ácido aspártico. Es 220 veces más dulce que el azúcar pero con la desventaja de que pierde su dulzor al calentarse. Está en estudio su posible relación con el cáncer y lo podemos encontrar en productos comerciales con el identificativo E 951. Los pacientes con fenilcetonuria no pueden tomarlo ya que les podría producir, en gran cantidad, retraso mental.
- Sucralosa: es uno de los edulcorantes artificiales con mayor concentración de dulce, 600 veces más que el azúcar. Tiene la ventaja de poderse calentar y usar para repostería que lleve horneado.
- Sacarina: tiene gran concentración de dulzor, aunque no siempre la misma, de 200 a 700 más que el azúcar. También se puede usar con calor, es termoestable pero no se usa para hornear. En países como Francia y Canadá está prohibido ya que puede favorecer el cáncer. Tampoco se ha demostrado que ayude a adelgazar.
- Acesulfamo K: este es su nombre en productos industriales, pero como sustituto del azúcar de mesa se le conoce como Sweet One. También es termoestable y bajo en calorías.
- Ciclamato: se utiliza en algunos países y en los productos se denomina edulcorante “E-952”. Es muy controvertido porque en 1969 fue prohibido en Estados Unidos debido a que se le asoció con cáncer de vejiga en animales, aunque existen dudas porque se les sometieron a dosis 100 veces superiores a las que consumiría un ser humano. Pero se ha demostrado que el ciclamato puede sintetizarse como ciclohexilamina en el tracto intestinal, elemento que sí puede ser cancerígeno. Está prohibido en algunos países ya que se le atribuye la capacidad de producir alergias, tumoraciones, dañar los espermatozoides, etc.
¿Cuáles son sus usos?
Los usos más comunes de los edulcorantes artificiales son en la industria de productos bajos en calorías, dietéticos o aptos para diabéticos, como bebidas light, repostería dietética, chicles, algunos alimentos procesados, etc. También se utilizan como azúcar de mesa para endulzar el café o cualquier otro elemento, como lo haríamos con el azúcar normalmente.
Desventajas
Algunos edulcorantes artificiales tienen la desventaja de tener componentes no aptos para personas celiacas (gluten) o para fenilcetonúricas (aminoácido fenilalanina), quienes deben tenerlo en cuenta a la hora de comprar un edulcorante artificial de mesa.
Como hemos visto hay países que han prohibido el uso de alguno de estos edulcorantes por lo efectos perjudiciales que pueden tener sobre la salud.
Edulcorantes artificiales y cáncer
Existen ciertas controversias con respecto a la relación entre el cáncer y algunos edulcorantes artificiales. Aunque luego estudios posteriores desestimaran este hecho por cuestiones como la mencionada en que las dosis de ciclamato a que fueron expuestos los ratones equivaldrían al consumo humano diario de un kilo.
La sacarina también entró en esta categoría, pero estudios posteriores demostraron que el cáncer de vejiga que se le achacaba se producía en ratones por la interacción con un proceso metabólico que no tiene equivalencia en humanos.
El aspartamo también ha sido objetivo de dudas, incluso se prohibió desde 1980 y durante unos años en Estados Unidos. Finalmente se desestimó a través de otras investigaciones posteriores. Pero las más recientes han mostrado una conexión con el cáncer, por lo que podría plantearse su desuso nuevamente. De momento, el Centro para las Ciencias en el Interés Público lo ha clasificado como una sustancia a evitar.
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