Dispepsia funcional: causas, síntomas y tratamiento

La dispepsia funcional o indigestión es una sensación de malestar en la zona alta del abdomen, también llamada epigastrio, sin causas directas conocidas.

Dispepsia funcional: causas, síntomas y tratamiento
Teresa Corellano
Técnica superior en dietética, PNIc, Bióloga

¿Cuáles son los síntomas de la dispepsia?

El tipo de molestias que se suelen sentir si se sufre de dispepsia funcional son:

  • Ardor.
  • Saciedad precoz (se siente muy lleno a pesar de haber ingerido poca comida), pesadez después de comer.
  • Distensión y/o hinchazón.
  • Formación excesiva de gases.
  • Náuseas.
  • Regurgitación.

Todos estos síntomas suelen estar relacionados con la ingesta, pero no siempre también pueden aparecer al despertarse.

Aunque también hay otras molestias asociadas a la dispepsia que son síntomas extradigestivos, como:

  • La migraña.
  • El no poder pensar con claridad (o niebla mental).
  • Astenia y cansancio.
  • Facilidad para enfermar.
  • Molestias al orinar a pesar de no tener infección asociada.
  • Picores, eccemas, dermatitis.

Es un problema importante puesto que un tercio de la población sufre dispepsia recurrente, aunque únicamente la mitad de ellos consulta con el médico. La otra mitad ha asumido esta condición como normal, ya que apareció en ellos de forma casi imperceptible y se ha instaurado en ellos. De la mitad que acude al médico de cabecera, sólo un 15% es derivada al especialista.

Todas estas molestias o dolores pueden tener diferentes causas; sufrir enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), hipoclorhidria, tener una infección por Helicobacter pylori, celiaquía, reflujo biliar, incluso cáncer gástrico. Cuando existe una causa conocida que explica la dispepsia se le llama dispepsia orgánica.

Sin embargo, en otras ocasiones los resultados de una endoscopia son normales, hay ausencia de infección por Helicobacter pylori y no hay enfermedad orgánica sistémica o metabólica. En estos casos hablaremos de dispepsia funcional.

Cabe anotar que, si entre los síntomas aparece pérdida de peso, vómitos persistentes, señales de hemorragia, síntomas de anemia, o dificultad para tragar alimentos será imprescindible acudir a un especialista con cierta celeridad para descartar lo antes posibles enfermedades graves.

Causas de la dispepsia funcional

Las causas de la dispepsia son múltiples y no siempre son conocidas. Algunos estudios evidencian cierta predisposición genética y existen factores psicológicos que tienen influencia en cómo el paciente vive el síntoma.

En un porcentaje que ronda el 40% en los pacientes con dispepsia el estómago no se relaja para dar cabida al alimento. Esto es lo que se conoce como alteración de la acomodación gástrica. Es lo que causa la sensación de plenitud sin apenas haber ingerido comida y la sensación de presión.

Otro 40% de los pacientes tienen alteraciones en las contracciones del estómago y en el vaciamiento gástrico. Esto da origen a la distensión e hinchazón y en ocasiones dolor. Otros pacientes tienen una mayor capacidad para percibir la actividad de su estómago. A esto se le llama hipersensibilidad visceral.

Dispepsia funcional: hábitos que favorecen la aparición de los síntomas

  • Masticación: una masticación insuficiente y tragar rápidamente hará que los alimentos lleguen al estómago demasiado íntegros y sin haber tenido tiempo de estar expuestos a los enzimas de la saliva, que inician la digestión en la misma boca. Esto hace que el tiempo que el bolo alimenticio deberá pasar en el estómago sea mayor, ya que el contenido de este solo podrá pasar al duodeno para proseguir con la digestión cuando alcance la consistencia de papilla líquida. Por lo tanto, una deficiente masticación exigirá más trabajo y durante más tiempo al estómago pudiendo ocasionar las molestias propias de la dispepsia.
  • Ingestas excesivas, que exigen mayor trabajo al estómago.
  • Uso de algunos medicamentos sobre todo antiinflamatorios como la aspirina y el ibuprofeno y corticoides, que deterioran las mucosas.
  • Alcohol y tabaco.
  • Sobrepeso/obesidad: la grasa visceral puede comprimir el estómago.
  • Estreñimiento, que hace que la concentración de toxinas se eleve, ya que no se eliminan a un ritmo adecuado. Además, puede facilitar la formación de SIBO, (acrónimo en inglés de sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado) y el Sibo puede dificultar el vaciado gástrico.
  • Y como siempre, el estrés, que impide que el estómago realice sus funciones con normalidad.

Tratamiento para combatir la dispepsia

En la dispepsia funcional el primer tratamiento será abandonar el consumo de tabaco, alcohol y cualquier otro tóxico, así como el uso de antiinflamatorios, que como hemos visto favorecen la aparición de la dispepsia.

Será de gran ayuda para el paciente cambiar el comportamiento durante la comida, es decir, dedicar un tiempo y consciencia en el momento de la ingesta, eliminando distracciones como la televisión o el uso del móvil, actividades que impiden ser conscientes del momento e invitan a engullir. Así potenciaríamos la masticación, y evitaríamos llenar el estómago en poco tiempo, dándole la ocasión para una distensión acorde a lo ingerido.

Durante un tiempo es prudente eliminar de la dieta las bebidas con gas, esto ayudará a evitar la sensación de saciedad precoz.

En cuanto a la alimentación, si el paciente sufre de dispepsia y le molesta comer frutas ácidas, por ejemplo, será una indicación de que la mucosa gástrica se encuentra en mal estado y será imprescindible un tratamiento específico para la regeneración de la mucosa. Lo mismo ocurre con las comidas grasas. Si es muy sensible las grasas podría ser una indicación de problemas pancreáticos.

En ocasiones puntuales será útil el tratamiento de forma controlada de inhibidores de la bomba de protones (Omeprazol) teniendo en cuenta que lo que conseguiremos será evitar los síntomas, pero no trataremos la causa.

Cuando los síntomas puedan estar relacionados con un vaciamiento lento del estómago podemos usar medicamentos de acción procinética.

También se usan antidepresivos, ya que tienen la capacidad de disminuir la sensibilidad aumentada en el tubo digestivo de los pacientes con dispepsia funcional.

Las plantas nos ofrecen alivio para algunos de los síntomas de la dispepsia funcional. Podemos usar el regaliz (Glycyrrhiza glabra) que mejora la sensación de acidez y ayuda en la recuperación de la mucosa gástrica, la manzanilla alemana (Matricaria chamomilla) ayuda con los espasmos ligeros, la hinchazón, las flatulencias y los eructos. El boldo (Peumus boldus) es un gran aliado del sistema digestivo ya que estimula el hígado y la vesícula biliar, es un protector estomacal, con efectos ligeramente anestésico y calmante. La alcaravea (Carum carvi) es antiespasmódica y aumenta la actividad gástrica. Si sufres dispepsia pregunta en tu herbolario y te ofrecerán una sinergia de plantas idónea para tu caso.

Como hemos comentado, el estrés es un gran enemigo del estómago puesto que distrae la energía hacia los sistemas de alarma, impidiendo que realice su función de forma efectiva. Por ello todas las técnicas que proporcionan relajación, como la práctica de la meditación o el yoga, ayudan de forma directa al mejor funcionamiento de todo el sistema digestivo, además de proporcionar sensación de bienestar generalizado.

Llevar una vida lo más libre posible de tóxicos, con un control adecuado del estrés, ejercicio físico y alimentación antiinflamatorias son las claves para mantener la salud y son también las claves para recuperarla cuando la hemos perdido.

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