
Qué son las dietas de cajón
Se le denomina dietas de cajón a las dietas que aún en el 2021 nos seguimos encontrando en algunas consultas médicas, ya sea en atención primaria, especializada y/o en hospitales. A falta de dietistas y nutricionistas en la sanidad pública, seguimos encontrando dietas que se imprimen y se explican al paciente con algunas variaciones… pero poco eficaces.
Si tienes sobrepeso, tiene una dieta baja en calorías, si tienes colesterol alto, allí va tu dieta con reducción de grasas, si tienes diabetes, tu dieta baja en carbohidratos simples, si tienes que alimentar a un bebe, tu lista de alimentos sin actualizar y así una lista extensa, allí estará tu dieta que te sirve a ti, a tu pariente y a tu vecino, si para el que pase por allí.
Este artículo lo que intenta es mejorar la visión que tenemos de resolver un problema, que no es un lujo tener un dietista- nutricionista en la sanidad pública. Que, con solo una dietista, que atienda una vez a la semana con la cantidad de personas que pasan por allí, no basta. Y que esto no lo puede resolver una enfermera, aunque tengan la buena voluntad, no basta.
Que debemos tener en cuenta antes de dar una pauta alimenticia
Si bien una dieta de cajón o estándar es mejor que nada, deberíamos apostar por una atención más personalizada y tratar a las personas como se merecen. Antes de dar una pauta alimentaria deberíamos tener en cuenta a la persona que tenemos delante, realizar una anamnesis completa para saber sus gustos, aversiones, costumbres, hábitos etc. saber sobre esa persona lo que más podamos, recoger todos los datos posibles para que esa persona reciba una pauta lo más ajustada posible, y pueda aplicar a su vida diaria y que no sea un mero papel que se imprima y adiós muy buenas.
En definitiva, en muchos casos causan frustración ya que en el caso de una enfermedad crónica que deberás convivir con ella, no te soluciona nada, es como un parche y más visitas al médico. Cuando se podría solucionar apostando a más educación alimentaria con especialistas cualificados.
Dietas de cajón: aún se ven en las consultas y hospitales
Aún seguimos viendo en hospitales españoles las galletas maría, los zumos de botella, bollos, pan blanco, embutidos, productos industrializados, en definitiva. Yo me pregunto ¿si estás convaleciente, será que tu cuerpo necesitará de nutrientes suficientes para reparar, realizar bien sus funciones, darte energía para poder salir de ese estado?…
Entonces porqué seguimos viendo las dietas estándar para todo el mundo… Por Qué seguimos viendo que a un diabético se le dé un papel impreso y se le explique: tu plato debe tener carne (Proteínas), pastas eso sí integral (Hidrato de carbono), verduras (vitaminas y minerales) y fruta, aceite de oliva (lípidos) y agua.
Se da por sentado que la persona que tenemos delante sabe de nutrición, No se les explica sobre los índices glucémicos de los hidratos de carbono, no hay lista de fuente naturales de carbohidratos como ser Frutas-Verduras-Frutos secos-Granos-Semillas-Legumbres, que con una buena pauta se pueden consumir y son esenciales en nuestra dieta.
No es normal que les quiten un tipo de fruta (por el alto nivel de azúcar), o se le limite el consumo, pero las galletas marías están allí en primera línea para desayunar o merendar.
Si sufres anemia te sigan diciendo: come más hígado, más carne roja y con suerte lentejas y espinacas… Sin tener en cuenta si esa persona lo que tiene es un problema de mal absorción del hierro, no falta en el consumo del mismo o descartando la gran variedad de opciones que existen como fuente de hierro.
Hablemos de hábitos
En el caso que el paciente tenga una buena alimentación que es un tema muy amplio, pero supongamos que es así, que come variado, una dieta estándar podría apañar en un momento puntual ya sea por una enfermedad aguda o un malestar por un desequilibrio, creo que una dieta de cajón es mejor que nada, hasta que esto se revierta. Pero deberíamos apostar por una buena recomendación dietética, teniendo en cuenta al paciente que se tenga delante, para que sea más efectiva y hacer seguimiento.
En el caso de una enfermedad crónica, una dieta de cajón, no sirve de nada, hay que apostar por un borrón y cuenta nueva (cambio de hábitos), escribirlo y visualizarlo es más fácil que ponerlo a la práctica soy consciente, pero creo que es la única manera de sobrellevar una enfermedad crónica, con un acompañamiento activo y buscar adherencia máxima a ese cambio.
Apostemos por más personal cualificado, especialistas de la nutrición en la sanidad pública, nos lo merecemos, no más dietas de cajón, más consejos dietéticos, adherencia y acompañamiento a los pacientes.