
El desayuno
La palabra desayuno nos evoca imágenes y significados muy diferentes.
Si te dijera que pienses en un desayuno: ¿qué imagen se vendría a tu cabeza? ¿qué alimentos lo compondrían?
¿Y si ahora te digo que pienses en un desayuno para niños?
¿Cómo afecta este complemento nominal, para niños, a la imagen que te representas? ¿ha cambiado algún componente?
Si pensamos en «productos», de cualquier condición, que sean «para niños» probablemente se nos vendrán a la cabeza colorines, plastilinas, personajes de dibujos animados, sonrisas, espadas mágicas, juego…
¿Nos pasa lo mismo con los alimentos para niños?
Tendemos a diferenciar los alimentos que les damos a los niños de los que les damos a los adultos.
Y aunque, si bien es verdad que hay determinados nutrientes a tener en cuenta en la edad de crecimiento y determinados alimentos que por precaución no deberían empezar a darse hasta llegadas determinadas edades, en líneas generales los adultos y los niños podrían tener una misma base alimentaria. El desayuno para niños bien podría ser el mismo desayuno que toma un adulto, adaptando la cantidad al tamaño y hambre del niño. Pero sobre todo debe ser un desayuno saludable
El marketing al rescate.
Sin embargo, la industria tiene en esta coletilla, «para niños», un importante nicho de mercado e invierte muchos recursos en entender la economía del consumidor. Por un lado están los alimentos diseñados para persuadir a los niños y por otro los diseñados para persuadir a los padres de los niños:
Los alimentos para niños tendrán imágenes de superhéroes, colores llamativos, dibujos animados y sabores muy dulces.
Los diseñados para los padres de los niños tendrán leyendas sobre el contenido en calcio y los huesos, el crecimiento, los porcentajes de vitaminas y minerales o reclamos como el 30% menos de azúcar o sin grasa de palma.
Ambos productos, a pesar de estas diseñados para niños no dejan de ser productos de marketing, en este caso de marketing alimentario. La mayoría de las veces «productos alimentarios» con pocos nutrientes y muchas calorías vacías.
Son por tanto los productos diseñados «para niños» lo primero que debemos evitar a la hora de planificar desayunos saludables para niños.
«La perfección no se alcanza cuando no hay nada que añadir, sino cuando no queda nada que quitar». Principito
Y entonces… ¿por dónde empezamos?
Para construir desayunos saludables para los niños podemos jugar a combinar las siguientes piezas, en función del hambre, la época del año y del tiempo que dispongamos para dedicarle al desayuno:
- Piezas de frutas y/o verduras que sean de temporada y de cercanía. Esta es, de entre todas, la pieza más importante. A los más peques les gustan sobre todo los sabores dulces y podemos aportarlo a través de el plátano, piña, pera, mango, calabaza, uvas pasas, dátiles, zanahorias…
- Piezas de cereales integrales: los cereales incluyen a una amplia gama de alimentos: las tostadas, el arroz, los «cereales de desayuno»… Lo ideal es que sean 100% integrales y sin azúcares añadidos.
- Piezas de proteína de calidad: las encontramos en los frutos secos, huevos, lácteos, carnes y pescados, también en las legumbres.
- Piezas de grasas saludables: aceite de oliva virgen extra, aceite de coco, aguacate, frutos secos…
Y… ¿cómo mezclo las piezas?
Pareciera que el sueño y las prisas mañaneras raptaran nuestra creatividad. Por ello creo que será útil compartir diversos desayunos infantiles saludables que os sirvan como recurso, con los familiarizaros poco a poco.
Desayunos saludables para niños también cuando hay poco tiempo
Algunos desayunos saludables para niños los puedes dejar preparados la noche anterior:
- Brochetas con tomate cherry y queso fresco con un poco de aceite y orégano (este desayuno tendría las piezas de: verduras, la proteína láctea y grasa de calidad).
- Copos de avena integral (sin azúcares añadidos) con leche o bebida vegetal, un poco de canela y zanahoria rallada. Mézclalo bien y déjalo en la nevera durante la noche. (Piezas: cereales integrales, proteína láctea, verduras).
- El resto de la tortilla de verduras y/ o patata que haya sobrado de la cena (Piezas : proteína del huevo, verduras).
- Un sándwich con pan integral de calidad (Piezas: de cereal integral) de:
- de hummus (déjalo hecho el día antes). (Piezas: proteína vegetal).
- de atún con tomate (piezas: proteína de pescado y verdura).
- de queso para untar con manzana o pera (Piezas: proteína láctea y fruta).
- de aguacate con tomate (Pieza: grasa y verdura).
- de crema de frutos secos y plátano machacado con cacao puro y canela. (Piezas: frutos secos y frutas).
- Batido de leche o bebida vegetal con plátano, canela, cacao y dátiles. (Piezas: fruta, proteína de la leche).
- Yogurt con dátil y trocitos de frutas. (Piezas: proteína láctea, frutas secas y frutas frescas).
- Purridge con copos de avena integral y leche (o bebida vegetal), canela y trocitos de fruta. (Piezas: proteína láctea, fruta, cereal integral).
- Macedonia de frutas con frutos secos (si pueden tomar) o con crema de frutos secos, canela y cacao. ( Piezas: fruta, proteína de frutos secos).
- Tostadas (Pieza: cereal integral) con:
- hummus. (Piezas: proteína vegetal).
- queso de untar con manzana. (Piezas: proteína de pescado y verdura).
- tomate con atún o sardinillas… (Piezas: proteína láctea y fruta).
- tortilla francesa de plátano y cacao. (Pieza: grasa y verdura).
Desayunos saludables para niños cuando tengo tiempo
El fin de semana puede ser un buen momento para disfrutar con los niños y desarrollar la creatividad dentro de la cocina:
- Crepes de harina integral, le puedes añadir las frutas que más os gusten (ver receta del blog de Mireia).
- Galletas caseras de avena y plátano (ver receta de la habitación saludable).
- Tostada de aguacate machacado con sal y un huevo escalfado, a la plancha, revuelto o en tortilla.
- Arándanos congelados con queso fresco batido: en una batidora potente tiene textura de helado.
- Granola casera (ver receta de hoy comemos sano) con yogurt y trocitos de fruta.
Confiamos en que estos consejos sobre desayunos saludables para niños os ayuden a la hora de preparar la primera «comida» del día para que les resulte más apetecible.
El ingrediente secreto
La teoría ya la tenemos dominada pero, ¿qué pasa en la práctica?
La actitud que se tiene en casa ante la alimentación es esencial para que los niños desarrollen unos buenos hábitos alimentarios.
Los niños aprenden de todo lo que perciben y no solo de lo que escuchan.
No funciona decirle a un niño: «cómete la fruta», mientras tomas galletas a dos carrillos o tienes la despensa llena de magdalenas y batidos.
Por ello, el ingrediente secreto para que los niños disfruten con estos desayunos saludables es que su entorno también lo haga 🙂