
El colesterol
El colesterol es una sustancia tan natural y vital para la vida que el cuerpo es capaz de sintetizarla. Sin colesterol no podríamos sobrevivir ni un día de vida.
El hígado es el encargado de mantener el colesterol en valores normales, esto lo realiza aumentando o disminuyendo su producción dependiendo de la ingesta en la dieta.
El colesterol forma parte de cada una de las membranas celulares de nuestro cuerpo. Solo hay un tipo de colesterol, no existe el malo y el bueno, como en las películas, lo que sucede es que el colesterol se combina con fosfolípidos y proteínas formando las lipoproteínas, ósea «los transportadores» porque al ser una grasa no puede viajar sola en un medio acuoso como es la sangre.
¿Sabía que los valores de colesterol han ido variando en las últimas décadas?
En un principio los niveles tolerados eran de alrededor de 260 mg/dl en sangre, luego se redujo a 240 mg/dl. No duro mucho este límite cuando de repente disminuyo a 220.
Este nuevo marcador estuvo algún tiempo en el mercado hasta que actualmente aparece en nuestras analíticas el «valor deseable de colesterol debe ser inferior a 200 mg/dl.»
Colesterol bajo también puede ser malo
Mientras todo el mundo anda preocupado por su alto nivel de colesterol hay personas que, en cambio, están por debajo de lo normal.
Hasta hace poco eso era motivo casi de alegría.
«Que bien, así no hay riesgo de enfermedades cardiovasculares».
Investigadores como el profesor Frank Sacks de Harvard después de años de estudios con este tipo de pacientes ha llegado a conclusiones bien distintas: el colesterol baja también puede ser malo.
Así opina que si un paciente está entre 160 y 190 de colesterol realmente no es problema pero si el colesterol esta muy bajo (por ejemplo 120) habría que elevarlo.
Comenta que más que el nivel de colesterol es básica la relación o proporción entre el colesterol bueno y el colesterol malo. A menudo las personas que tienen el colesterol muy bajo también tienen el colesterol bueno muy bajo con lo que presentan un riesgo cardiovascular muy alto.
Hay que evitar pues aquellas dietas sin ningún tipo de grasa o niveles bajísimos.
Consumir aceite de oliva es muy conveniente ya que como grasa monoinsaturada que es ayuda a bajar los altos niveles de colesterol malo o LDL y en cambio no disminuye el colesterol bueno o HDL.
Otro problema añadido es que las personas con un colesterol demasiado bajo tienen también el doble de probabilidades de sufrir una hemorragia cerebral. Una explicación podría ser que las frágiles membranas que cubren el cerebro necesitan un mínimo nivel de colesterol para no debilitarse y no romperse.
También habría más posibilidades de sufrir de depresión ya que bajos niveles de colesterol favorecen bajos niveles de Serotonina que es una sustancia del cerebro básica para tener un buen estado de ánimo y una buena capacidad de relajación.
La opinión generalizada es que ante un nivel de colesterol inferior a 160 siempre hay que consultar con el médico para que revise nuestra dieta y trate de ver si hay alguna otra causa del problema pues se considera que el colesterol bajo también puede ser malo y causarnos problemas de salud.
Lanza a favor del colesterol
Vamos a romper una lanza a favor del colesterol pues es de recibo acentuar los beneficios de esta grasa específica, imprescindible en una amplia diversidad de complejos procesos metabólicos y estructurales, fundamentales en nuestra salud. Así pues el problema no es el colesterol en sí, sino el mantenimiento del equilibrio entre tres dinámicas:
- La síntesis de colesterol que realiza el hígado.
- La absorción intestinal del colesterol procedente de la alimentación.
- La reabsorción intestinal del colesterol que forma parte de la bilis, necesaria para la digestión de las grasas llevada a cabo en el intestino delgado.
Se trata de dificultar la entrada al sistema circulatorio y facilitar la salida de él mediante estimulación de la bilis.
Colesterol bueno vs colesterol malo
El colesterol es transportado desde el hígado e intestino hasta los órganos junto a lipoproteínas. Cuando se une a lipoproteínas de baja densidad (LDL) se considera colesterol malo, ya que es el que encontramos sedimentado en las arterias formando las placas de ateroma. En cambio, el colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad (HDL) es el llamado colesterol bueno, que se encarga de recoger el colesterol que no ha sido usado y lo lleva de nuevo al hígado, para ser eliminado por la bilis.
Como han demostrado los últimos estudios lo más importante es la relación entre ambas clases de colesterol, el bueno y el malo. El colesterol alto es perjudicial pero el colesterol bajo también puede ser malo para nuestra salud.
El colesterol no tiene buena prensa debido a la mala interpretación que se hizo de un estudio realizado hace ya varios años. En realidad, el riesgo cardiovascular tiene más relación con las apolipoproteínas y con elevados niveles de glucosa en sangre.