
Granos en la cara
Salen en la pubertad y, a veces, se enquistan e infectan creando un problema de importancia tanto de salud en la piel como en la autoestima.
Algunas personas, una vez pasada esta etapa vital, ven desaparecer cualquier resto de estos puntitos molestos. Otras, sin embargo, lo acusan de forma recurrente, una y otra vez, creando, a veces, problemas estéticos. Pero, ¿por qué salen los granos?
Causas de los granos en la cara
Aunque las investigaciones, bien entrado el siglo XXI, aún no se ponen de acuerdo con las causas de los granos en la cara, sí se entienden que influyen:
- Factores hormonales, tanto en la pubertad y en la edad adulta en hombres y mujeres.
- Aunque se ha desechado el consumo de chocolate como un mito urbano más que no influye en la aparición de los granos, sí están relacionados con una dieta rica en grasas, desequilibrada, con gran cantidad de fritos y pocas verduras o frutas.
- Otra de las causas de los granos en la cara son las infecciones debido a una defectuosa higiene. Eso no significa que todas las personas que tienen granos no se laven correctamente, sino simplemente que no lo hacen con el producto y la forma adecuada.
- Casi todos los investigadores coinciden que el estrés, la ansiedad y los cuadros depresivos inciden en la aparición o empeoramiento del acné y de otras patologías de la piel.
- El insomnio también podría sr otra de las causas de los granos en la cara.
Ya sabemos algo más sobre las causas de los granos en la cara, vamos a conocer que cuidados debemos proporcionar a nuestra cara para evitar su aparición.
Higiene y cuidados básicos para los granos en la cara
Dependiendo de la intensidad, etiología y tipo de acné necesitarás un tratamiento u otro que puede ser médico, cosmético o una combinación de ambos.
Si el acné está enquistado, deberás consultar con un dermatólogo que te recetará medicamentos adecuados. También puedes acudir a un centro de estética de confianza donde te informarán de todos los tratamientos a tu disposición. Dan muy buenos resultados.
Sea cual sea la opción que hayas tomado, tienes que tener en cuenta que debes llevar una higiene escrupulosa con productos adecuados para que los granos no se infecten. Apunta lo siguiente:
- Comienza con la cabeza. No solo debes lavarte a diario el cutis, la espalda o el pecho con un producto específico, también el cabello. Mantén alejada la grasa con un champú, por ejemplo, de ortiga o específico para pelo graso.
- Ten la piel siempre limpia y usa jabones naturales que no irriten la piel. Van bien los de Alepo, por ejemplo, o los que tengan aceite esencial de limón, romero, menta, manzanilla, hipérico…
- Después de esta operación, puedes frotarte suavemente con un limón o prepararte un tónico de manzanilla amarga. Solo tienes que realizar una tisana templada e ir lavando la zona afectada.
- No te toques, ni pellizques, ni te rasques. ¡Y mucho menos con las uñas o las manos sucias!
- Prepara una mascarilla de arcilla verde y úsala, al menos, una vez por semana. Así conseguirás secar la piel, calmarla y realizar una cura bactericida.
- No te estreses ni te mires constantemente.
- Estudia tu alimentación e intenta desechar productos grasos, embutidos, bollerías, leches enteras, azúcares y comida chatarra. Toma más frutas y verduras, bebe agua, reduce los refrescos carbonatados y lleva un orden en la dieta.
- Tienes que mantener hidratada la piel, a pesar de la grasa, con un producto específico suave que no sea abrasivo. En el mercado hay infinidad de firmas cosméticas que ofrecen cremas específicas hechas a base de algas, té, naranja amarga y aceites esenciales que funcionan estupendamente.
Evita el estreñimiento
Si no vamos diariamente al baño nuestra sangre se vuelve más “sucia”, el hígado se satura y empeoran los problemas de piel. Por eso las plantas hepáticas siempre mejoran los problemas de piel. Puedes tomar un par de veces al día una infusión de Ortiga, Bardana y Menta piperita.
¿Sabías que…?
Si tienes tendencia a los granos, puede que te salgan en los días previos a la menstruación. No se conoce si esto es debido a la ansiedad asociada, por el cambio hormonal o por una combinación de ambas circunstancias. Si controlas el ciclo, deberías también mantener una buena alimentación y una higiene más escrupulosa.