¿Por qué debemos pasarnos a los cosméticos naturales?
Ahora que están tan de moda los programas como Master Chef es importante que tomemos conciencia de nuestra alimentación y de lo que ingerimos a través de la piel ya que los cosméticos penetran en el interior del organismo a través de la piel y pasan al torrente sanguíneo ensuciándolo.
Las alergias pueden ser debidas al uso de cosméticos con compuestos químicos agresivos para la piel. La cosmética convencional usa algunos ingredientes que conviene evitar:
- Conservantes: Parabenos o Parabenes. Se han relacionado con el cáncer de mama y tienen un importante potencial alérgico. Presentes en cremas, geles, champú, desodorantes y dentífricos, es recomendable leer las etiquetas y evitar que contengan dichas sustancias. methylparaben, ethylparaben, butylparaben.
- Aceites: subproductos de la petroquímica, como la parafina y la vaselina, que se utilizan en la mayoría de las cremas porque son inalterables y baratos. Denominaciones como paraffinum liquidum, cera microcristalina, petrolatum, hydrogenated poly isobutene, etc. Son nocivos porque la piel no los puede metabolizar. No nutren la piel como lo hacen los aceites vegetales en la cosmética natural, dan una consistencia grasa al producto e impiden que el agua se evapore.
- Las siliconas: se añaden para dar fluidez, fijar los perfumes y se les reconoce bajo los nombres de cyclomethicon (cremas), dimethicone (maquillajes), dimethicone copolyol (champús).
- Emulsionantes: se encuentran en las tres cuartas partes de los productos y sirven para unir el agua al aceite de manera estable. Hay que evitar: los polyethylenglycols, fabricados a base de gas altamente tóxico. Forman parte de los mayores riesgos industriales. Hay que vigilar las siglas PEG.
- Las bases lavantes: evitar el sodium laurylsulfato, es uno de los más irritantes. un tensio activo a base de PEG muy agresivo para las mucosas y que puede contener residuos de dioxinas. Lo podemos encontrar en los champús, dentífricos, geles y para dar texturas a cremas.
- El aluminio: la acumulación de aluminio detectada en el tejido cerebral de personas con Alzheimer y otras patologías neuronales degenerativas ha puesto este ingrediente en alerta máxima. El aluminio tiene una gran capacidad de penetración y desde hace mucho tiempo su neurotoxicidad está más que estudiada. La mayoría de cosméticos convencionales las contienen, en especial, los desodorantes. Podemos evitar este riesgo buscando en el mercado desodorantes sin aluminio.
- Los aromas sintéticos: el problema de las fragancias sintéticas es que pueden alterar el desarrollo hormonal ya que actúan imitando el funcionamiento de los estrógenos. Hay que leer atentamente las etiquetas y asegurarse de que estén libres de ftalatos que se usan para estabilizar y hacer más persistentes los aromas. La cosmética natural utiliza en su lugar los aceites esenciales y sus derivados.
Beneficios de los cosméticos naturales
Entre los muchos beneficios que obtendremos del uso de cosméticos naturales, destacamos los siguientes:
- Evita el paso de materiales extraños al organismo. No contiene componentes químicos derivados del petróleo, aromas o emulsionantes sintéticos, ni conservantes, parabenos, aditivos o perfumes artificiales.
- Los ingredientes utilizados son respetuosos y afines a la piel, lo cual conlleva una mayor tolerancia dérmica. Está compuesta básicamente de aceites y mantecas vegetales, aceites esenciales, ceras y arcillas naturales, extractos de plantas, componentes naturales no nocivos para salud.
- Otro de los beneficios de la cosmética natural es que No se usan animales para testar los productos.
- Si se utiliza fruta , verdura o aceites vegetales nos beneficiaremos de la energía de la planta y de sus vitaminas.
- Es respetuosa con el medio ambiente al no generar residuos químicos ni perjudiciales para el medio ambiente.
- Fomentan la capacidad regeneradora celular y aumenta las defensas de la piel.
- Aportan mayor hidratación y nutrición, así como una mejor absorción y metabolización.
- Suelen ser más económicos. Al contener menos agua y más sustancias naturales activas, se necesita menos cantidad de producto para notar resultados, por lo tanto duran más.
- En el etiquetado de los productos se muestran todos los ingredientes sin enmascararlos bajo complejos nombres, lo que aporta transparencia y seguridad.
Hay que prestar atención al etiquetado
No siempre hay que fiarse de la publicidad, que acompaña al producto porque a veces, puede resultar engañosa. Hay que leer el listado de ingredientes, que viene escrito en el envase. Debe estar escrito en INCI (Nomenclatura Internacional de los Ingredientes Cosméticos).
Si buscamos comprar cosméticos naturales confía preferentemente en productos con ingredientes en latín (que sugieran una planta) que corresponderán a las especies botánicas de los cuales derivan los ingredientes.
En las etiquetas, los ingredientes aparecen siempre en orden según su mayor o menor proporción. Por ejemplo, si un champú lleva como primer ingrediente en la lista el agua, es que el agua es el ingrediente más abundante. Si la segunda sustancia es el sodium laureth sulfate, es que este peligroso aditivo es la siguiente sustancia más abundante. En los 5 primeros ingredientes esta el 70% de la formula.
Cuando un cosmético presume de contener cierto vegetal o fruta como principio activo, echa un vistazo al lugar en el que aparece en la etiqueta… Avena 100% Natural, o 30% de Aloe Vera.
Elige siempre los productos con menos componentes. Cuando veas una lista interminable de componentes con números y letras, no te molestes en averiguar si son los más peligrosos o no. Descártalo directamente.