
¿Que es la anemia ferropénica?
La anemia es cuando el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos. Estos glóbulos rojos (producidos en la médula ósea) se encargan de proporcionarnos el oxígeno necesario para nuestros tejidos corporales.
La anemia ferropénica es cuando el cuerpo no tiene suficiente cantidad de hierro y en consecuencia no producimos glóbulos rojos. Sin hierro, la sangre no puede transportar el oxígeno hacia los tejidos del cuerpo.
Qué la causa
El hierro lo obtenemos a través de la alimentación, por lo que si nuestras reservas corporales de hierro bajan aparecerá la anemia.
La anemia también puede aparecer en casos de sangrados excesivos, que nuestro cuerpo no esté absorbiendo la cantidad necesaria de hierro a través de la dieta o directamente que no estemos obteniendo el hierro suficiente en nuestra dieta.
Síntomas
Al inicio de la anemia ferropénica puede que no tengamos síntomas o que estos sean muy leves, pero a medida que la deficiencia de hierro es mayor los síntomas se intensifican. Estos síntomas pueden ser:
- Fatiga extrema.
- Debilidad.
- Piel pálida.
- Dolor torácico, latidos cardíacos rápidos o falta de aliento.
- Dolor de cabeza, mareos o vértigos.
- Manos y pies fríos.
- Inflamación o dolor en la lengua.
- Uñas quebradizas.
- Antojos inusuales de sustancias no nutritivas.
- Falta de apetito.
Según el tipo de anemia existen unos síntomas u otros.
Tratamiento de la anemia ferropénica
El tratamiento consiste en reemplazar la pérdida de hierro del organismo, normalmente se hace a través de suplementos de hierro.
En el caso de que la anemia sea leve primero se intentará incluir más hierro en la dieta.
Algunos alimentos ricos en hierro son: verduras de hoja verde oscuro como por ejemplo las espinacas, judías, frutos secos, carnes, albaricoques, ciruelas y pasas.
Es importante que el tratamiento lo paute un profesional de la salud ya que procurará que se trate la causa subyacente de la anemia para que la enfermedad no pase a ser un problema recurrente.
Prevención de la anemia ferropénica
Para que no aparezca la anemia ferropénica podemos prevenirla a través de:
- Realizar una dieta sana y equilibrada sin olvidarnos de los alimentos ricos en hierro. Existen dos tipos de hierro, el hemo (origen animal) y el no hemo (origen vegetal) tanto uno como el otro son importantes así que mejor combinarlos. El hierro hemo tiene mayor capacidad de absorción, pero en el caso de los veganos se puede reemplazar perfectamente por el no hemo.
- Tomar fuentes de vitamina C ya que favorece la absorción del hierro. Podemos encontrarla en frutas cítricas, pimiento rojo y verde, kiwi, brócoli, fresas, melón y tomate.
- Tomar vitamina A y betacarotenos que son potentes antioxidantes por lo que también favorecen la asimilación del hierro. Estos los encontramos en la zanahoria, la calabaza, las espinacas, el pimiento rojo, los albaricoques o los tomates.
- Evitar el té o el café después de las comidas para evitar la dificultad de la absorción del hierro.
- Evitar la leche, las bebidas ricas en cafeína, el alcohol y el chocolate ya que también dificultan la absorción del hierro.
- Ir realizándose análisis de sangre para ver que todo está en orden.
- Nunca debemos iniciar un tratamiento de hierro por nuestra cuenta. El exceso de hierro puede ser tóxico para nuestro organismo causando efectos graves para nuestra salud.
- Si tomamos suplementos de hierro el mejor momento es una o dos horas después de las comidas con el estómago vacío, al llegar al estómago la absorción será mucho mayor.
En el caso de que no se toleren bien los hierros orales se aconsejaría tomarlo junto a una pequeña cantidad de alimento.
Complicaciones en la anemia ferropénica
En la anemia ferropénica es raro que existan complicaciones graves o prolongadas.
Algunas personas sí que notan que les afecta en cuanto a su vida cotidiana. Se encuentran menos productivos y activos en el trabajo por el cansancio y el agotamiento que produce la anemia ferropénica. También disminuye su capacidad de concentración. Les cuenta más hacer ejercicio por el cansancio.
Se ha demostrado que la anemia ferropénica puede afectar al sistema inmunitario haciendo que seamos más propensos a las enfermedades o infecciones.
En el caso de las embarazadas sí que corren más riesgo de tener complicaciones, sobre todo durante y después del parto. Los bebes pueden nacer prematuramente o pueden tener un bajo peso. Estos más adelante podrían tener también problemas con los niveles de hierro.
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