
Alimentos relajantes
Los alimentos relajantes se encuentran en nuestra dieta habitual, así que es muy fácil que los podamos añadir a nuestras comidas. Sólo hay que conocerlos, saber cuáles son sus propiedades y saber cómo utilizarlos.
Se prevé que haya un elevado porcentaje de personas que sufran secuelas psicológicas derivadas de la pandemia del Covid-19, así que es relevante incorporar alimentos relajantes, aunque poco se conoce de ellos, básicamente los omega 3, para trastornos cognitivos y enfermedades mentales, pero aún queda mucha información oculta e interesante.
Vamos a conocer algunos de los alimentos relajantes que nos ayudarán a sentirnos mejor.
Lechuga
La lechuga, su zumo, contiene una sustancia sedante llamada lactucarium que relaja el sistema nervioso, es decir, el sistema encargado de recibir todos los estímulos nerviosos, procesar toda la información y dar una respuesta en impulsos nerviosos (respuesta involuntaria como hacer la digestión o voluntaria como correr).
Para utilizar la lechuga se puede hacer una infusión por la noche para quién tiene insomnio.
Aguacate
El aguacate es uno de los mejores alimentos relajante porque relaja el Sistema Nervioso por ser rico en magnesio y vitaminas del grupo B, las cuales están son idóneas en situación de estrés tanto físico como mental.
El déficit de magnesio está asociado a alteraciones psicológicas y emocionales como ansiedad, depresión o estrés.
El aguacate tiene una textura similar a la mantequilla, así que muchos veganos usan el aguacate como mantequilla vegana y está buenísima.
Alimentos relajantes: frutas como los plátanos, las fresas y las cerezas
El plátano es rico en potasio, triptófano y vitamina B6, ésta última favorece la producción de neurotransmisores como la serotonina, la cual mejora el estado de ánimo y favorece a la relajación. La vitamina B6 también ayuda a fabricar hormonas como la melatonina.
El triptófano que contienen estas frutas, es esencial para la síntesis de la melatonina, la hormona encargada de controlar el ciclo de sueño y de vigilia. Así que son alimentos relajantes que ayudan a conciliar el sueño más fácilmente y mantenerlo durante toda la noche.
Las frutas por la mañana en ayunas es siempre la mejor opción, junto a una tostada o bien como a media mañana antes de comer.
Chocolate negro (mínimo 70% cacao)
El chocolate negro por el magnesio que contiene le confiere unas propiedades relajantes disminuyendo los niveles de cortisol (hormona del estrés).
El chocolate negro se asocia a estados de excitación, y no se aconseja comerlo por la noche porque puede desvelarnos, a pesar que el negro tenga estas propiedades relajantes.
Mejor tomarlo antes de las 6 de la tarde.
Alimentos relajantes: pescado azul (salmón, atún, sardina, caballa)
Como ya sabemos, el pescado azul contiene los omega 3, ácidos grasos esenciales que sólo se consiguen a través de la dieta, que tienen estas especies de pescados ayudan a bajar la liberación de cortisol en las glándulas suprarrenales.
A la vez, el cortisol elevado provoca que se eleve la insulina, provocando que tengamos hambre (la teoría del “estrés engorda”).
Los pescados siempre nos ofrecen una buena proteína de fácil asimilación y un tipo de grasas de buena digestión. Es una buena opción para la cena en lugar de comer carne.
Legumbres, cereales integrales y frutos secos
Los alimentos con un índice glucémico bajo (glucosa), es decir, aquellos que nos proporcionan energía durante más tiempo, nos sacian más tiempo y nos dan más sensación de tranquilidad. En cambio, los alimentos de alto índice glucémico que dan mucha energía (glucosa) en muy poco tiempo, no nos sacian y nos agitan por una bajada súbita de energía (glucosa).
Se deben tomar por la mañana, como tarde hasta las 6 de la tarde.
Otros métodos para relajarnos
A parte de los alimentos relajantes, hay otros método complementarios para relajarnos: terapias como la meditación y el yoga nos ayudan a tranquilizarnos, así como la fitoterapia que nos ofrecen muchas plantas (como por ejemplo la valeriana, pasiflora, amapola, tila).
A la vez es fundamental tener unos horarios y una rutina marcada, como también es muy importante descansar por la noche.
Del mismo modo, tener hábitos de higiene personal y poder gozar de hábitos saludables en las comidas es esencial. Para llevar una vida tranquila y sana, necesitamos vivir en un lugar que sea confortable y limpio. Finalmente, es de gran relevancia tener soporte emocional con alguien de la familia o pareja y amigos, y hacer ejercicio suave a diario, como salir a andar mínimo 30 minutos.
Bibliografía:
Paula Bartimeus. 100 alimentos que curan. Grijalbo; 2009